El escenario y los principales actores

Apuntes de geopolítica sobre el conflicto palestino-israelí

La brutal agresión de Israel sobre Gaza amenaza con incendiar el bidón de petróleo que es Oriente Medio, una región sobre la que actúan diferentes potencias e intereses imperialistas. Veamos algunos apuntes sobre ello.

En el conflicto palestino-israelí intervienen múltiples poderes internacionales, de dentro y fuera de Oriente Medio. Veamos cuáles son, junto con algunos datos relevantes sobre el mapa de la región.

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LOS ACTORES PRINCIPALES

EEUU

La superpotencia norteamericana es el principal actor internacional en el conflicto entre Israel y Palestina.

EEUU ha amparado los 75 años de guerra, genocidio y apartheid de Israel contra Palestina, brindándole un millonario y creciente apoyo militar, usándolo para agredir a otros países y pueblos de la región, y vetando cualquier resolución de condena contra Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque el poder de EEUU en Oriente Medio se ha resentido en los últimos años, llegando a retirarse de Afganistán tras 20 años de guerra, el Pentágono tiene cerca de 40 bases militares, una fuerte presencia naval y miles de soldados desplegados en la región.

En Kuwait hay aproximadamente 13.000 efectivos norteamericanos, los mismos que en Qatar. En Irak se estiman en unos 8.000, en Bahrein unos 7.000, en Emiratos Árabes unos 5.000. En Jordania y Arabia Saudí el número ronda los 3.000, e incluso en Siria, en el territorio que no controla Damasco hay 800, y unos 600 en Omán. En Turquía (país de la OTAN) hay en torno a 2.500.

Israel

Israel es el brazo armado del poder norteamericano en la región. El Tsahal, las Fuerzas de Defensa de Israel, tienen un núcleo duro de 169.500 efectivos, muchos de los cuales con entrenamiento de élite. Pero además -dado que el servicio militar es obligatorio, tanto para hombres como para mujeres- cuenta con unos 465.000 reservistas, y una leva potencial de 3 millones de personas.

Irán

Desde su nacimiento en 1979, la República Islámica de Irán es uno de los más acérrimos enemigos del Estado de Israel. A medida que el poder norteamericano se debilitaba en la región, el régimen de los ayatolás ha extendido su influencia política y militar por Oriente Medio, especialmente sobre Líbano a través de Hezbolá o en el régimen sirio. Pero también es el principal apoyo económico y suministrador de armas a Hamás.

El Israel de Netanyahu no deja de amenazar a Irán, clamando porque EEUU deseche cualquier apaciguamento con Teherán. Pero de la otra parte también aumentan los factores de guerra.

Con un régimen de los ayatolás fuertemente cuestionado por su población tras la «revolución del velo», la línea dominante dentro de sus élites busca en el antagonismo con Washington y Tel Aviv una «huida hacia adelante» que le permita encuadrar a su pueblo ante la amenaza occidental.

Rusia

Otro actor decisivo en Oriente Medio es Rusia, que a raíz de la guerra civil de Siria hizo valer su apoyo al régimen de Al Assad. El sostén militar de Moscú fue decisivo para que Damasco pudiera ganar la guerra, y desde entonces el Kremlin mantiene una creciente alianza con Teherán contra la influencia occidental.

Rusia mantiene al menos tres enclaves militares en Siria, que pronto podrían ser más: la base naval de Tartús y dos bases aéreas (Jmeimin y Al-Jarah).

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OTROS ACTORES GEOPOLÍTICOS IMPORTANTES

Arabia Saudí

Arabia Saudí ha sido durante décadas otro importantísimo gendarme militar al servicio de EEUU en Oriente Medio, pero ese papel está variando.

Los vínculos económicos, políticos y militares de Riad con Washington son aún muy fuertes, pero es evidente que las élites saudíes han ganado una notable autonomía y juegan cada vez más en pos de sus propios intereses, estableciendo unas relaciones con China que no sólo no son en absoluto del agrado de EEUU, sino que les han llevado a ingresar en los BRICS.

Contradictoriamente con lo anterior, Arabia Saudí firmó en 2017 con la administración Trump los contratos de venta de armas más cuantiosos de la historia (100.000 millones), y luego (2020) firmó con Israel los Acuerdos de Abraham, a los que se sumaron Emiratos Árabes y Bahrein, y posteriormente Marruecos.

Unos acuerdos que ahora chirrían, por la oposición popular y que no sólo son una puñalada en la espalda del pueblo palestino, sino que apuntan directamente contra Irán. Arabia Saudí y Emiratos -con el aval norteamericano- libran desde 2014 una brutal guerra contra Yemen que ha causado más de 240.000 muertes, devastando el país.

Egipto

Otra importante pieza del poder de EEUU en la región es el Egipto del general Al Sisi, en el poder desde 2014 tras un golpe de Estado (patrocinado por Washington) contra el gobierno de los Hermanos Musulmanes. Pero de manera parecida al caso saudí, Egipto también está ganando autonomía, cultivando sus relaciones con Rusia y China e ingresando recientemente en los BRICS.

Líbano

Líbano es otra importante pieza del rompecabezas de Oriente Medio. Sometido, junto a Palestina, a continuas agresiones de Israel y a una cruenta guerra civil (de 1975 a 1990), y a un 75% de la población bajo el umbral de la pobreza.

Si bien perdió la mayoría en las elecciones de 2022 y debe cogobernar con la oposición, Hezbolá -el «Partido de Dios», una fuerza fuertemente ligada a Irán y ferozmente enfrentada a Israel- domina gran parte de los resortes de poder, y sus milicias controlan el sur del país desde donde intercambian fuego y cohetes con el Tsahal.

Las capacidades militares de Hezbolá son mucho mayores que las de Hamás, contando con cerca de 100.000 combatientes bien entrenados -muchos de ellos curtidos en los campos de batalla de la guerra de Siria- y con miles de proyectiles que pueden alcanzar buena parte de Israel.

Por eso, uno de los mayores temores de la brutal guerra de Israel contra Gaza es su más que probable extensión a Líbano, algo que muchos ya dan por hecho.

Jordania

Enclavada en medio del avispero, Jordania es un ejemplo de equilibrismo. Es un país árabe que desde hace mucho tiempo está en la órbita norteamericana, pero que no tiene un papel demasiado activo. Mantiene unas tensas aunque correctas relaciones con Israel, pero alberga a 2,2 millones de refugiados palestinos, una sexta parte de su propia población, entre ellos su propia reina. Por eso, aunque sus élites sean prooccidentales, están obligadas a mostrar una condena diplomática ante agresiones tan brutales como la de Gaza, plantando incluso a un Biden que quería hacer escala en Amman en su reciente gira.

Turquía

Turquía es un país de la OTAN, formalmente alineado militarmente con EEUU, y que mantiene un fuerte músculo militar. Pero no es ningún secreto que tras casi una década en el poder, Erdogan ha ido alejándose del centro de gravedad de Washington y mantiene una política exterior en pos de sus propios intereses, por ejemplo manteniendo relaciones con Rusia e Irán que oscilan entre las fricciones y la búsqueda de áreas de cooperación.

El asunto palestino es un tema de alto voltaje tanto para el gobierno como para la sociedad turca, y Ankara reacciona con notable hostilidad diplomática hacia Tel Aviv cuando se producen escaladas como la de Gaza

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POSIBLES ACTORES DIPLOMÁTICOS

Qatar

Qatar, un pequeño pero poderoso Estado árabe del Golfo Pérsico, es otra nación equilibrista. Cultiva relaciones con EEUU, pero también con Irán; es un importante socio comercial de Israel, pero está muy implicado con la causa palestina y con conexiones con Hamás, que está viendo cómo la masacre de Gaza pone a prueba su sistema de alianzas.

En el pasado Doha, donde reside el líder de Hamás, ha participado en la mediación de treguas entre los islamistas de Gaza y Tel Aviv.

China

China es un actor externo en la región, pero su influencia económica, política y diplomática en Oriente Medio no ha dejado de aumentar. Pekín -que ha condenado rotundamente los atentados de Hamás al mismo tiempo que los bombardeos israelíes, y que clama por un alto el fuego- ya ha conseguido que dos socios comerciales suyos (e históricos enemigos) como Irán y Arabia Saudí restablezcan relaciones y se integren en los BRICS, y se ha ofrecido ahora como mediadora en el conflicto.