Sin libertad y sin indeendencia es imposible hacer pública toda la verdad. ¿Cómo no darle la bienvenida a un periódico digital que se nos presenta, hasta en el nombre, con tal alto propósito? En mi vida quizá no haya procurado más que tal fin. En todos los aspectos: público o privado, receptor o creador, personal o colectivo. Casi nada podría proporcionarme una satisfacción mayor que comenzar el año saludando a este nuevo mensajero. Y deseándole que cumpla gozosa y hondamente su propósito.