«Ante los abusos, la Iglesia tiene que actuar desde el Evangelio. Primero, las víctimas»

Emiliano Tapia es párroco del barrio Buenos Aires de Salamanca y de la cárcel de Topas. Un sacerdote que se ha ganado el respeto y el reconocimiento con su trabajo a través de la asociación ASDECOBA y el servicio de catering ‘Algo Nuevo’ en el que sirven 600 comidas diarias.

Su opinión sobre la investigación de los abusos, considera, coincide con la mayoritaria en el seno de la Iglesia.

Unidas Podemos, EH Bildu y ERC presentaron una propuesta para crear una comisión de investigación en el Congreso y el Gobierno ha planteado que se haga a través del Defensor del Pueblo. La Conferencia Episcopal se opone a impulsar una comisión propia o independiente. Otros, como el obispo de Madrid, piensan diferente.

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¿Qué te parece que se abra la investigación de los abusos producidos en la Iglesia?

Me parece bien toda iniciativa que sirva para clarificar y hacer frente al dolor y la injusticia que suponen los abusos. Lo lógico es que se hubiera hecho hace mucho tiempo por parte de la misma institución, por parte de la Iglesia. Pero cuando no se hace, y habrá quien tenga que explicar por qué, la sociedad tenemos la obligación de saber qué ha pasado, buscar las razones, porqué se ha silenciado y qué hay que hacer para que la gente que ha sufrido pueda ser compensada.

Hay distintas formas de hacerlo, como en Francia, como en Alemania o como en Australia, con comisiones de la Iglesia o independientes, desde el gobierno…

En algunas diócesis españolas, 7 u 8, se han llevado adelante investigaciones. Lo que no sabemos es por qué en el resto no, o por qué en instituciones religiosas no se ha afrontado y por qué se ha tapado. Tiene que salir a la luz.

A nivel religioso tenemos una obligación, desde el punto de vista ético y moral; desde el punto de vista del Evangelio, la responsabilidad es mayor. Esto que decimos de la fraternidad, la hermandad, ponerse en el último lugar, el que quiera ser el primero que sea el servidor de todos… estos planteamientos son de la Iglesia y por eso debe cuidarlo. Con un solo caso ya sería necesario. Si en la Iglesia como institución, en muchos lugares, no en todos, se ha obviado, es lógico que la sociedad, a través de las instituciones, busque que haya luz, que haya escucha y compensación hacia el sufrimiento de estas personas.

Parece que hay una posición de la Iglesia, pero no es lo mismo el arzobispo de Madrid, que es vicepresidente de la Conferencia Episcopal (CEE), o Redes Cristianas, que Juan José Omella, el presidente de la CEE.

O el arzobispo de Santiago o el de Zamora… pero es muy tarde. Llevamos unos años de silencio e incluso intentando defender lo indefendible. Es que no tiene justificación ninguna, en la sociedad tampoco, pero ética y moralmente y en el nombre del Evangelio, no tiene justificación: nunca, nadie y en ningún caso.

«Es un momento histórico en el que tenemos que estar a la altura«

Juan José Omella ha dicho que es un problema de toda la sociedad, porque los abusos en la Iglesia no son más del 3% del total

Ese es el razonamiento que no se puede hacer. En nombre de una institución que tiene la obligación de estar al lado de las víctimas, no se puede justificar nada, y no se puede hacer en nombre de nada. Algunas instituciones de la Iglesia lo han dicho claramente, no se puede justificar nada que tenga que ver con los abusos, más cuando hay una víctima de por medio.

¿Crees que influye las indemnizaciones millonarias que han salido de estos procesos en otros países?

Quiero mirar a Francia, que han tomado la decisión de vender si tienen que hacerlo, para tener recursos para indemnizar. Es un momento histórico en el que tenemos que estar a la altura. Recursos tiene la Iglesia, más con lo que esta ocurriendo en paralelo con las inmatriculaciones.

Si la Iglesia tiene que vender porque hay que indemnizar, que se haga. No decimos nada nuevo. Francia lo ha hecho y hay instituciones, que no son diocesanas, que también lo están planteando y haciendo. Insisto, no hay nada que justificar.

Esto que dices, ¿es el sentir mayoritario de la Iglesia?

Estoy convencido de que en estos momentos el sentir mayoritario está por aquí. Pero no ha habido ni conocimiento, ni conciencia. En nuestra diócesis, que llevo 40 años y antes estuve en una institución religiosa, nunca se ha dicho nada, ni se ha informado. Y probablemente había gente que sabía y tenía conocimiento. Es el momento de que quienes tienen que actuar, que son los que tienen el ejercicio del servicio, que se llama poder, pero que al final tiene que ser servicio, lo hagan. Primero, por las víctimas.

Lo que nos duele es que se intenten ocultar. Hay miedo, ¿a qué? Y no nos dejemos llevar por aquellos que  desde lo religioso derivan a cuestiones políticas. Mayor vergüenza todavía. La Iglesia tiene que actuar desde el único sitio que debe, que es el Evangelio.

«Lo que nos duele es que se intenten ocultar. Hay miedo, ¿a qué?«

¿Qué es lo que más ha contribuido a crear esta situación de denuncia de la impunidad, la presión social o las decisiones del Papa Francisco?

Primero la sociedad, y dentro de eso, ciertos grupos de la Iglesia. Cuando uno es sensible o tiene información, cada vez más, te das cuenta de lo que se ha ocultado. Todo esto lo ha favorecido que está Francisco, que desde el principio tomó una decisión muy clara. Son las dos cosas, pero cuando tocas lo más íntimo de la sensibilidad, el ser humano reacciona. No lo hemos hecho antes porque hemos vivido muy ignorantes, no sé si intencionadamente, pero de algunos de los casos de Salamanca no habíamos tenido conocimiento, ni lejano ni cercano, hasta hace poco por los medios.

¿Este proceso es bueno para la Iglesia?

Evidentemente. Si tomamos una decisión clara, esto va a ayudar mucho a la Iglesia, pero no solo. Hay que tomar decisiones porque hay un problema de fondo, de sentimientos, de educación de la afectividad, de replanteamiento del celibato libre. Habrá sacerdotes que quieran ser célibes y habrá otros que no, pero que sea posible dentro de la Iglesia, porque al final esto tiene mucho que ver con lo que ha ocurrido, porque son déficits en las vida de los seminarios y de las instituciones religiosas. Ha tenido mucho que ver y es necesario afrontarlo.

Mucha gente es consciente que el celibato opcional es necesario, y otros planteamientos que no tienen que ver con esto, como la igualdad, que reforzarán a la Iglesia.

A mí me ha encantado la postura de la iglesia francesa, y si hace falta vendemos bienes para compensar. La iglesia española tiene que hacerlo, al mismo tiempo que se tiene más humildad en el ejercicio del poder. Declaraciones como las del obispo de Oviedo o el de Tenerife, o el de Orihuela… no veo que sea ese el camino que tiene que tomar la Iglesia, y refuerzan posturas que nos han llevado a sufrir más.