Telvisión

Animación española en la BBC

La eterna guerra doméstica de sexos, pero sin guerra y sin sexo; tratada con la aparente ingenuidad de unos muñequitos de aspecto infantil, pero dirigida a todos los públicos y con un lenguaje de gestos y situaciones de carácter universal. Estos son los ejes sobre los que gira esta comedia de sketches producida por Screen 21 y distribuida por la veterana BRB Internacional. Productos innovadores que salen de los pequeños estudios de nuestro paí­s, y que paradójicamente encuentran cabida antes en las pantallas extranjeras. La más importante cadena pública del mundo es la encargada de emitir los primeros episodios.

Cheryl acaba de ir a la eluquería y se pasea coqueta por delante de un Angus embelesado en el partido de fútbol de la tele. No se entera y ella empieza a cabrearse. ¿Solución? Se sube al tejado para arrancar la antena y acaba chamuscada. Una comedia blanca, que recrea las habituales discrepancias entre niños y niñas para que nosotros las identifiquemos con las situaciones cotidianas de los “mayores”. Esta serie animada se basa en el estilo slapstick, caracterizado por situaciones exageradas, como una guerra de sartenazos.Los creadores se plantearon desde el primer momento dirigirse al sector de público más amplio posible, recreando situaciones universales que no fueran exentas de localismos. Para ello, este estudio decidió desarrollar la serie sin diálogos y con una duración de dos minutos, que aporta "frescura" y facilita que también se vea por Internet. Porque la diversificación de medios en los que difundir su trabajo es un concepto en el que ya piensan de partida la mayoría de creadores jóvenes. Internet resta audiencia a la televisión, por lo tanto hay que competir también el la red, un territorio estratégico en un momento en el que se tiende a la fragmentación del entretenimiento.Sin embargo, pese a lo llamativo del producto final, la puesta en marcha no fue tan fácil. Es enormemente difícil encontrar financiación para una serie de animación, y aunque TV3 colaboró con la coproducción, el 90% del presupuesto se consiguió con la venta de los derechos a televisiones como France 3, el canal temático Nickelodeon, o la alemana RTL2. Al igual que ocurrió con la galardonada serie infantil Pocoyó, fue necesario una financiación y un reconocimiento en el extranjero, para que las televisiones españolas accedieran a emitirla.Precisamente es lo que parece que va a ocurrir en este caso, ya que después de su emisión en Inglaterra, se negocia con Televisión Española para ser incorporada a su parrilla el próximo verano.¿Sólo se puede hacer animación en este país si es pagada por Francia o Inglaterra? Grandes creativos y realizadores que deberían ser alentados y financiados por las potentes corporaciones audiovisuales de nuestro país, que si invierten cantidades millonarias en comprar series americanas. Porque ya sabemos lo que pasa cuando somos los últimos en beneficiarnos de nuestros mejores productos.