El escándalo de las mamografías en Andalucía va a más, conforme se conocen nuevos casos, y se ha convertido en un clamor de indignación que sacude las ocho provincias. Aunque la Junta de Juan Manuel Moreno Bonilla sigue fijando el número de afectadas en los 2.317 casos confirmados, la presidenta de la Asociación de mujeres con cáncer de mama (Amama), Ángela Claverol, ha cifrado ya en unas 3.000 mujeres las afectadas por la no notificación de las pruebas diagnósticas del cribado.
En una entrevista con el medio Sevilla Actualidad, Claverol ha asegurado que desde que se destapó el escándalo el teléfono de la asociación no deja de sonar, recibiendo miles de llamadas y correos de andaluzas preocupadas por su diagnóstico. «Muchas mujeres llaman llorando, preocupadas o terriblemente angustiadas. Solo del cribado hemos tenido unas 3000 y pico llamadas. Ha sido una locura».
La presidenta de Amama ha confirmado que ya se han presentado 220 demandas judiciales relacionadas con el retraso en los diagnósticos, y advierte de que el número «sigue creciendo». «No son 220 papeles, son 220 vidas destrozadas por el cribado de cáncer de mama», lamenta Claverol. Además, la asociación ha denunciado ante la Fiscalía un supuesto borrado de historiales médicos relacionados con mamografías y ecografías de las plataformas del SAS.
Además, la asociación sevillana ha anunciado su apoyo a la manifestación convocada por las Mareas Blancas para el 9 de noviembre en defensa de la Sanidad Pública y contra la política de recortes y privatización que lleva adelante el gobierno de Moreno Bonilla, y ha asegurado que las marchas serán «una de las mayores concentraciones que se verán en Andalucía».