Una coalición de barcos de diferentes ONGs de distintos países pretende romper el bloqueo naval sobre Gaza -impuesto por Israel desde 2007 e intensificado en la actual y brutal ofensiva- llevando 5.500 toneladas de ayuda humanitaria a una hambrienta y desperada población civil. En la expedición participan numerosos activistas españoles, entre ellos Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, Martina Velarde, diputada de Podemos, o Nicolás Sgiglia, edil de Podemos en Málaga.
Ante la inminente llegada de los barcos humanitarios, el gobierno israelí puede estar preparando un asalto por la fuerza, para evitar que rompan un cerco militar a una Franja de Gaza que no sólo está sufriendo un genocidio, con más de 33.000 muertos, sino donde su población civil sufre una situación límite de falta de alimentos, agua y suministros médicos.
El canal israelí ‘Keshet 12’ ha informado, citando al ejército de Israel, que la unidad Shayetet 13 -una unidad de élite de su marina, con un historial sangriento, la misma que recientemente asaltó el hospital Al-Shifa dejando alrededor de 400 civiles asesinados según datos del Ministerio de Salud gazatí- está realizando entrenamientos específicos para un posible asalto armado a los barcos de la ‘Flotilla de la Libertad’.
Según The Washington Post, Israel está preparando a sus fuerzas de seguridad para que actúen en caso de que sea necesario, para evitar a toda costa la ruptura del bloqueo. Otros medios israelíes como el The Jerusalem Post también se han hecho eco de la intención Tel Aviv de impedir la llegada de la ayuda humanitaria a tierras palestinas.
La actual Flotilla de la Libertad es la octava que sale en dirección a Gaza desde el año 2010. Aquel año, Israel atacó el buque de pasajeros Mavi Marmara, en el que viajaban alrededor de 750 personas acompañando las 10.000 toneladas de ayuda humanitaria recaudadas por organizaciones europeas y turcas. Diez activistas fueron asesinados en aguas internacionales en el asalto de aquel 31 de mayo.
Los organizadores de la Flotilla de la Libertad han instruído a sus tripulantes para que en caso de ser asaltados respondan con la «acción no violenta: no mirar a los militares a los ojos, no separarse del grupo, no resistirse. Que nadie sostenga nada en las manos que el dron pueda considerar un arma, como un bastón, un trípode o un palo selfie».
El anuncio en la televisión israelí sobre la preparación de un asalto como el de 2010 por parte del gobierno de Netanyahu, supone una brutal, intolerable e ilegal amenaza a la ‘Flotilla de la Libertad’ que esperar zarpar en los próximos días con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria para ayudar a la desesperada población gazatí.