Sube el precio del dinero, sube el saqueo

Alarma: escalada de las primas de riesgo

El encarecimiento del precio del dinero acaba castigando a las economías de los países más endeudados y dependientes de la financiación exterior, como es el caso de España. Un ejemplo de cómo, en tiempos de crisis, se produce una competición por descargar las pérdidas sobre los eslabones más débiles de la cadena imperialista.

La prima de riesgo vuelve a la palestra. El Banco Central Europeo (BCE) ha convocado una reunión extraordinaria de su consejo de gobierno ante la ante la escalada de las primas de riesgo de los países del sur de Europa tras el anuncio de subida de tipos de interés por parte del mismo organismo regulador.

Entre los casos más preocupantes está España, cuya deuda ha alcanzado niveles máximos desde 2014. El rendimiento del bono español supera el 3% por primera vez desde este año, debido a las predicciones de nuevas y mayores subidas de tipos, y de un deterioro de la economía. Pero a nuestro pais le acompañan otros del sur de la UE como Grecia (4,5%), en Italia (4%) o Portugal (3%).

Algunos analistas habían sugerido la posibilidad de que el BCE lanzara algún mecanismo para amortiguar los daños sobre los países del sur de Europa, pero tal eventualidad no ha llegado. «Desplegaremos nuevos instrumentos cuando sea necesario”, ha asegurado la presidenta del Eurobanco, Christine Lagarde.

Estamos, como suele ser tristemente habitual, ante una conmoción que tiene su origen al otro lado del Atlántico. En mayo, la Reserva Federal norteamericana aprobaba el alza de tipos de interés más alta en 22 años, y su presidente, Jerome Powell, ha dicho que se plantea subidas de tipos más agresivas para frenar la inflación. Esta fuerte subida de tipos ha hecho temer que acabe provocando una recesión que se traslade a otros países europeos por dos vías: arrastrando a otros bancos centrales a esa dinámica para encarecer el dinero… o bien por puro efecto contagio.

El encarecimiento del precio del dinero acaba castigando a las economías de los países más endeudados y dependientes de la financiación exterior, como es el caso de España. Un ejemplo de cómo, en tiempos de crisis, se produce una competición por descargar las pérdidas sobre los eslabones más débiles de la cadena imperialista.