Hace exactamente 100 años se confirmó empíricamente la teoría de la relatividad general cuando durante el eclipse solar total se pudo observar la desviación de rayos de luz en las cercanías del Sol fruto de que este curva el espacio-tiempo.
Ahora hace unos días se ha podido observar por primera vez en la historia un agujero negro. No estamos hablando de una simple foto a una imagen que vemos a través de un telescopio. La foto ha tenido que ser reconstruida mediante algoritmos complejos sobre la base de las observaciones de ocho radiotelescopios diferentes situados en la Antárdida, Hawai, Europa, Norteamérica y Sudamérica. Uno de ellos se encuentra cerca de Granada, junto al Pico Veleta en Sierra Nevada.
Teniendo en cuenta la rotación de la Tierra lo que se ha hecho es sincronizar los telescopios en las diferentes regiones de Hawai pasando por Granada de manera que se ha trabajado con un telescopio del tamaño de todo el planeta observando a longitudes de onda de 1.3mm.
El agujero negro se encuentra en la galaxia llamada M87 que se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra dentro del cluster de galaxias Virgo. Tiene una masa de 6500 millones de veces la del Sol y por lo tanto pertenece a la categoría de agujero negros supermasivos.
¿Porqué el descubrimiento es importante?
En primer lugar evidentemente no es lo mismo tener una serie de observaciones indirectas que la imagen del objeto deseado. Un agujero negro de por si no se puede observar porque como su nombre indica es negro y de hecho absorbe todo a su alrededor incluso la luz. Su gran masa en relativamente pequeñas regiones del espacio hace que se curve enormemente el espacio-tiempo y calienten muchísimo cualquier materia que se encuentre a sus alrededores. Por lo tanto si el agujero negro está dentro de una región luminosa debería de crearse una especie de sombra con una estructura anular como la que se ha observado ahora.
Las observaciones permiten calcular de forma precisa la masa del agujero negro así como entender mejor el horizonte de sucesos. Ese horizonte es como un punto de no retorno, que una vez atravesado ya no tiene vuelta atrás. Las observaciones directas van a ser una fuente ideal para comparar la teoría y los modelos hechos con el ordenador con la realidad de la curvatura del espacio-tiempo y esos objetos estelares extremos.