Patrice Lumumba creó el Movimiento Nacional Congolés con el objetivo de crear un Estado independiente y laico, libre del yugo colonial, cuyas estructuras políticas unitarias ayudaran a superar las diferencias tribales creando un sentimiento nacional.
En su discurso como primer presidente de un Congo independiente, Lumumba, tras anunciar que “la opresión colonial se ha terminado”, llamaba a crear “un gobierno de unidad nacional y popular”, a “enterrar las riñas tribales, que nos debilitan”, y a convertir “la independencia del Congo en un paso decisivo hacia la liberación del continente africano entero”.
La respuesta de la superpotencia norteamericana, apoyándose en Bélgica, el antiguo poder colonial, fue desgajar Katanga y Kiansi del Sur, ricas en cobre y oro, convirtiéndolos en Estados títere. La CIA capturará a Lumumba, trasladándolo a Katanga para tortularlo y asesinarlo.
Fragmentar el Congo para dominarlo mejor, una politica que EEUU ha ejecutado en los cinco continentes.
La lucha de Nelson Mandela confluye en muchos puntos con la de Lumumba.
El imperialismo y la reaccionaria élite del apartheid no solo segregaba a la mayoría negra, también la fragmentaba, creando divisiones en ella. Llegando a utilizar a la minoría zulú como una fuerza independentista y terrorista.
Mandela, que luchó codo con codo con los comunistas blancos o los activistas hindúes por los derechos humanos contra el apartheid, se empeñó en crear una nueva unidad nacional. La vieja bandera y el antiguo himno, odiados por la mayoría por ser símbolos del poder racista, fueron sustituidos. El nuevo himno (Nkosi Sikelel i Afrika -”Dios bendiga a África”) llama a luchar contra el dominio imperial. La nueva bandera recoge el concpeto de “Rainbow Nation”, con la divisa “Unidad en la diversidad”.
Una nueva nación sudafrícana para el 90%, que fortalezca la unidad, y que ha permitido a Sudáfrica convertirse en referencia de todo el continente y en actor global como miembro de los BRICS.