Visita de Moratinos a Oriente Medio y declaraciones de Zapatero sobre Israel

Afrancesados, obamaniacos y la dimensión diplomática de España

(Efe) El ministro español de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos, junto a su homólogo egipcio, Ahmed Abul Gheit

En nuestra historia reciente, fue Adolfo Suárez el primero que supo ver las enormes potencialidades diplomáticas de España -por sus ocho siglos musulmanes y por su dimensión mediterránea- como triple puente de entendimiento entre el mundo occidental, el mundo iberoamericano y el mundo árabe. El recibimiento de Yasser Arafat en la Moncloa con honores de jefe de Estado -cuando el histórico lí­der palestino era considerado por EEUU un terrorista- marcó el despegue del reconocimiento internacional de España en la ribera oriental del Mediterráneo. Una herencia de la que Felipe González todaví­a pudo vivir, celebrando la Conferencia de Paz para Oriente Próximo en 1991, pero que en nuestros dí­as su sucesor, el gobierno de Zapatero, ya se ha dilapidado.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, comienza hoy una gira de tres días or Oriente Próximo con el objetivo de tratar de convencer a Israel del fin de la operación militar sobre Gaza. La visita, que sigue la estela francesa, comenzará por El Cairo. España considera que el plan de paz promovido por Egipto y Francia es una base para lograr el alto el fuego, a pesar de que Israel y Hamás se han negado a aceptarla. Respaldado por EEUU, Egipto está siendo el eje de las conversaciones con Israel, Hamás y la ANP para tratar de encontrar una fórmula que haga posible un alto el fuego. Desde El Cairo, Moratinos viajará a Damasco, otro país clave en el tablero de Oriente Próximo por ser, junto a Irán, el principal soporte de Hamás. Seguidamente el ministro de Exteriores volará a Tel Aviv para reunirse con Livni y de ahí, se desplazará a Ramala, cuartel general de la ANP y de su líder, Mahmud Abás, que estuvo en Madrid el pasado jueves. ¿Tiene alguna alternativa, alguna iniciativa Moratinos?. Es posible, pero seguramente escrita por el Quay D´Orsay. Hace tiempo que la política exterior española –desde que Zapatero decidió volver “al corazón de Europa” y Moratinos declaró orgulloso que se consideraba “un afrancesado”- está totalmente subordinada a los intereses franceses. Y aún más tras los “favores con factura” –el sillón del G20 o las dos cúpulas de ETA- que Sarkozy ha hecho a la Moncloa. Por otra parte, también las declaraciones de Zapatero ayer en un acto en Orense han causado revuelo entre los medios más próximos a la calle Serrano, que lo han acusado de referirse sólo a Israel y de no hacer referencia alguna a Hamás . “Mientras celebramos este acto, es probable que en Gaza sigan los bombardeos, y mi deber es exigir el alto el fuego inmediato a Israel y abrir el proceso para una paz fuerte y duradera", dijo un comedido Zapatero.Pero no fue lo único que dijo. Zapatero se mostró "esperanzado" en que después de la investidura de Barack Obama se “abra el escenario” que necesita el mundo. Y aunque es muy posible que el nuevo inquilino de la Casa Blanca intente apagar el incendio de Oriente Medio –hay quien dice que avivado para él-, las palabras de nuestro obamanico presidente llaman a preguntarse bajo cuantos metros está enterrada una política internacional independiente para España. Porque actuando como emisario lacayuno de los centros de poder mundial no se puede contribuir a apagar incendios, sino sólo a hacer recaditos para el Eliseo o la Casa Blanca.