Las recientes detenciones de miembros de ETA en Portugal y Francia son una muy buena noticia. Unos, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yañez Ortíz de Barrón, transportando en una furgoneta todo tipo de material de uso terrorista para almacenamiento en territorio portugués (¿es posible que ETA no sepa que el gobierno portugués no habla euskera como lo habla el francés?). Otros, Eider Uruburu e Iñaki Iribarren Galbete, yendo a sacar dinero de una de sus «cajeros automáticos», un zulo para tal función en suelo francés, en el centro de Francia, localizado en una zona montañosa cercana a una ciudad populosa. Tienen nuestro total apoyo estas loables acciones policiales contra ETA. No hay que dejar ni un segundo la actividad de desarticular y desarmar a ETA. Pero la debilidad actual de ETA se debe también al rechazo social, a su plasmación en el democrático avance político que ha supuesto el desalojo del PNV del gobierno vasco.
Porque la salida de Ibarretxe del alacio de Ajuria Enea ha supuesto una importante disminución del oxígeno del que ETA disfruta en el País Vasco. Y esa expulsión del gobierno autonómico ha sido posible gracias al profundo rechazo existente en la sociedad vasca que ha obligado a unirse al PSE y al PP, con el apoyo crítico de UPyD. Esta unión desquicia a la cúpula del PNV, empezando por su presidente, el señor Urkullu, que insiste, una y otra vez, en la contradicción entre la unidad del PSE y el PP en el País Vasco y las acusaciones mutuas en el resto de España. Pero entender la realidad, muchas veces, no depende de mayor inteligencia sino de la posición, y el punto de vista, desde la que uno mira la realidad. Es la fuerza del viento democrático de los vascos el que ha obligado al PSE y al PP, a pesar de sus pesares, a unirse para acabar con el régimen nacionalista étnico. Por la misma razón, la presión social, el gobierno de Zapatero se ha visto obligado a cambiar en alguna medida su política y su línea de actuación respecto a ETA. Por ejemplo, el señor Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, ha pasado de hacer elucubraciones públicas sobre los supuestos deseos de negociar de la banda terrorista y sus posibles “divisiones internas” acerca de la continuidad de sus actividades terroristas, así como de “permitir” que se escapara un chivatazo policial que provocó el fracaso de una operación contra un extorsionador de ETA, ¡fíjense ustedes! a sentir la necesidad de explicarnos estos días a los ciudadanos, insistentemente, la lógica terrorista de ETA de permanente preparación para secuestrar, extorsionar y matar, así como de manifestar que se seguirá deteniendo etarras e impidiendo sus atentados. Pero la detención de un quinto etarra, Pedro María Olano, por estar encargado del transporte de explosivos desde Francia a España, y siendo conocido integrante de la ilegalizada ANV, plantea al señor Ministro del Interior la necesidad de una mayor coherencia. Por lo que Rosa Díez, portavoz y diputada de Unión Progreso y Democracia (UPyD), ha pedido que aclare en el Congreso si el Gobierno tiene intención de disolver los ayuntamientos gobernados en el País Vasco por la ilegalizada ANV y evitar así que desde ellos se puedan cometer atentados, como también, si es cierto que Segi, organización afín a ETA, tenía planos del futuro Tren de Alta Velocidad, “Y vasca”, que pudieron ser facilitados por ayuntamientos gobernados por ANV. Similar demanda ha planteado el parlamentario autonómico de UPyD, Gorka Maneiro, al consejero de Interior de gobierno vasco.