Las 370 medidas propuestas por el PSOE para formar un gobierno apoyado por Podemos, reflejan en una parte importante la influencia de la mayoría social progresista. En el marco de un gobierno de progreso en cualquiera de sus formas, servirían para avanzar en un sentido favorable a las demandas de las clases populares.
Medidas como garantizar la revalorización de las pensiones según el IPC. Seguir subiendo el salario mínimo y derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral. Frenar los precios abusivos del alquiler y crear un gran parque de vivienda pública. Políticas de igualdad entre hombres y mujeres para acabar con la brecha salarial y con la violencia machista. Garantizar el acceso universal al Sistema de Salud Pública. Políticas sociales con atención especial a la pobreza infantil o prohibir los cortes de luz, agua y gas a las personas vulnerables. Medidas para afrontar la emergencia climática y transición ecológica.
Pero excluida cualquier posibilidad de gobierno de progreso y ante las turbulencias derivadas del peligro de recesión y las tensiones derivadas del procés, estas medidas no bastan para afrontar la situación.
El país y sus gentes necesitamos la redistribución de la riqueza, la única política para hacer frente con garantías a los retos a los que nos enfrentamos.
El país y sus gentes necesitamos la redistribución de la riqueza, la única política para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos
Cuatro medidas clave
(1) La política salarial no se puede limitar a subir el Salario Mínimo (medida 13), ya que no garantiza ni siquiera que los trabajadores con empleos precarios, temporales o por horas lleguen a cobrar ni la mitad del salario mínimo establecido.
Es necesario aplicar la redistribución salarial. Que nadie, sea hombre o mujer, gane menos de 1.000 euros netos al mes. Pero también imponer un tope salarial, para que nadie cobre más de 10.000.
La redistribución salarial es una medida fundamental no solo para acabar con los trabajadores pobres, sino con la discriminación salarial de las mujeres.
(2) “Blindar la subida de las pensiones” (medida 28) para revalorizarlas de acuerdo al IPC no garantiza el Sistema Público de Pensiones, cuando desde el FMI, Bruselas o la banca tienen en el punto de mira la privatización, cuanto menos parcial, para controlar los ingentes recursos del sistema. Es necesario “blindarlas como un derecho fundamental para que ni se recorten ni se privaticen.
(3) No es suficiente con modificar algunos de los aspectos “más lesivos de la Reforma Laboral de 2012” (medida 8). Hay que derogar una Reforma Laboral que ha cambiado el mercado laboral precarizándolo, generalizando el despido libre y casi gratuito, el empleo precario, temporal y a tiempo parcial; recortado drásticamente los derechos laborales y quebrado la negociación colectiva.
(4 ) No basta con hacer una reforma parcial del Impuesto de Sociedades para que paguen “un mínimo del 15%”, menos que las pymes y los autónomos (medida 195). Es necesaria una Reforma Fiscal integral y progresiva para que la banca, grupos monopolistas y grandes fortunas contribuyan de acuerdo a sus multimillonarios beneficios, acabando con los privilegios fiscales y un impuesto de sociedades de hasta el 50%.
Dos silencios clamorosos
Uno. Entre las 370 medidas no hay ninguna que haga referencia a los 125.000 millones de euros que la banca ha recibido del dinero público, el dinero de todos, en rescates, y mucho menos a que se devuelvan.
Por qué no se ha de recuperar la ingente cantidad de riqueza expropiada a la inmensa mayoría de la población, mediante los recortes, la rebaja de salarios y pensiones y los rescates bancarios, para ponerla –junto con los inmensos recursos y riqueza que se generan cada año– al servicio del país y las necesidades de los ciudadanos.
Es el momento de recuperar los más de 125.000 millones de euros de los rescates bancarios
Ellos no paran de dar miles de millones de beneficios. Es el momento de recuperar los más de 125.000 millones de euros de los rescates bancarios para ponerlos al servicio de la reindustrialización del país y del cambio de modelo energético con energías limpias y renovables. Y una gran “Bankia pública”.
Y dos. El encadenamiento militar de nuestro país a los planes militares de Estados Unidos.
Esa agenda oculta sobre la que se extiende un espeso manto de silencio, pero que tiene consecuencias de gran calado para nuestro país, Por un lado la exigencia de Trump para que España aumente su presupuesto militar hasta el 2% del PIB, lo que supondría un aumento de 15.000 millones de euros, a descontar de la Sanidad, la Educación o las pensiones. Y por otro, un aumento de la participación en las misiones internacionales de la OTAN y el Pentágono.