¿Era el 15M simplemente un grupito de jóvenes, exaltados y utópicos, que ensuciaban plazas? Mentira. Un año después ha demostrado que es una expresión viva y crecida del rechazo al expolio que sufrimos el 90% de la población española
La manifestación convocada ayer en Asturias para conmemorar el aniversario del nacimiento del movimiento ciudadano 15M ha contado con la participación de miles de personas en Oviedo. Además de la asistencia masiva, unas 10.000 personas, mucho mayor de la esperada incluso por los propios convocantes, ha destacado la denuncia y el rechazo al expolio que sufrimos el 90% de la población en Asturias y en toda España. Y todo ello de forma pacífica.
«Asistencia masiva de todo el espectro social del 90% «
¿No se habían cansado de repetirnos que el 15M no era más que una algarada provocada por jóvenes violentos que aprovechaban la crisis para causar desórdenes en las plazas y en las calles? ¿No decían que era un fenómeno que desaparecería tan rápidamente como había surgido?Entre la multitud que salió de la estación de Renfe se podían ver padres y madres con sus bebés, padres e hijos adolescentes juntos, jóvenes en paro, médicos, profesores, músicos, jubilados… y hasta Henar Ortiz, tía de la Princesa de Asturias. Tal variedad social entre los manifestantes es la expresión viva de que el objetivo del expolio, sea de una forma o de otra, somos el 90% de la ciudadanía.Y las consignas que se corearon durante la manifestación señalaban, con mayor claridad cada vez, quiénes son los culpables. Así se cantaron, entre otras, “la banca nunca pierde”, o “la crisis es mentira, mandan los bancos”. Cuando los manifestantes llegaron, dos horas después, a la plaza de la Escandalera se dio lectura al manifiesto nacional donde se denunciaban las ayudas públicas a los bancos, los recortes en sanidad y educación y los desahucios, se afirmaba que no es la crisis sino es el capitalismo y se hacía un llamamiento a continuar con la lucha. Y la gente en los corrillos que se formaron durante la concentración exponía su convicción de que debemos unirnos y movilizarnos. Un músico destacó la alta participación. Una profesora decía que existen motivos más que sobrados para salir a la calle. Un jubilado sentenciaba que lo que no se pelea nunca se gana. Un médico afirmaba que el 15-M está más vivo que nunca. Una joven añadía que en un año no cambió nada, si acaso, a peor. Una madre con su bebé en brazos animaba a salir de casa porque quedarse significa dar vía libre a más recortes.Mientras tanto, desde los centros de poder político, económico y mediático se ha intentado desprestigiar al movimiento 15M, se ha tratado de confundirlo, de dividirlo. Por ello, los propios portavoces del 15M han denunciado los intentos de criminalización y división para hacerlos desaparecer y responsabilizan, entre otros, a la política del Ministerio de Interior ante las concentraciones ciudadanas.