La Coordinadora Estatal de Plataformas de Dependencia acusa al Gobierno de retrasar los plazos para enviar las ayudas a personas dependientes con el fin de que la muerte de los mismos les permitiera ahorrar costes.
Así de cruda y directa es la realidad que señala la Coordinadora. En los últimos 5 años, han muerto más de 125.000 personas en situación de dependencia con una prestación o servicio ya reconocido que nunca llegaron a recibir. Y el motivo se debe, en palabras de la propia Coordinadora, a que el Gobierno Central “alargara los plazos para crear retroactividad hasta los tres años, con el único fin de que la «evolución vegetativa» (muerte) les ahorrara costes y al mismo tiempo redujera la lista de espera».
La Coordinadora afirma que la Ley de Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia (conocida como Ley de Dependencia), tal como nació con el gobierno de Zapatero, era insuficiente, en cuanto que la financiación no estaba suficientemente clara y no atendía a todos los dependientes, ignorando especialmente a los niños. Sin embargo, también afirma que han sido con los recortes que ha llevado adelante el gobierno de Rajoy los que han provocado precisamente esta situación de desamparo tan grave entre los receptores de las ayudas de dependencia.
Para empezar, se ha reducido en 3.000 millones de euros de la partida dedicada a ayudas de dependencia. El Gobierno Central aporta sólo el 18% del presupuesto para dependencia con respecto a las Comunidades Autónomas, a pesar de que la ley exige que ambas se repartan al 50%. Y se ha expulsado de la Seguridad Social a los cuidadores en el entorno familiar, aumentando la precariedad de los cuidadores.
Actualmente, 3 de cada 10 personas en situación de dependencia (363.216 personas en toda España) no reciben todavía ningún tipo de ayuda, pese a tenerla reconocida ¿Vamos a esperar a que también mueran antes de cobrarla? Con una moratoria de la deuda pública hasta que la economía crezca por encima del 3% y el paro baje hasta un 10% daría recursos más que suficientes para revertir todos los recortes en Sanidad, Educación, Dependencia y Cultura. La alternativa existe, sólo hay que luchar por ella.