í‰xito de la tercera Huelga General en la enseñanza

¡Ni «ley Wert» ni recortes en la educación!

Diez millones de alumnos y 800.000 profesores, desde infantil a la Universidad, estaban convocados a la huelga. El seguimiento ha sido mayoritario, por encima del 70% en todos los casos, evidenciando el rechazo a la oleada de recortes. La unidad expresada en estas movilizaciones «entre alumnos, profesores y padres, entre la educación pública y la concertada- es un valor que nos da mucha más fuerza.

Estamos viviendo tres días de huelga en la enseñanza. En todos los niveles educativos, y secundada por todos los sectores.

La huelga de estudiantes, convocada por el Sindicato de Estudiantes, ha tenido un seguimiento del 90%. Las movilizaciones han abarcado desde la educación infantil hasta la universidad.

Al paro se han sumado este jueves las asociaciones de padres -la Confederación Estatal de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa)- y los sindicatos de profesores – desde FE-CCOO, FETE-UGT, STES-i hasta ANPE, CSIF, de funcionarios y habitualmente situados en el ámbito conservador-. Especialmente significativo es que se hayan sumado a la huelga los sindicatos mayoritarios en la educación concertada – FSIE y ANPE-, que no habían convocado anteriores movilizaciones. «Lo que hay que hacer es fortalecer la unidad que en los hechos ya se está produciendo. Para oponernos a la sentencia a la educación española dictada desde el FMI y Merkel, y sumisamente aplicada por Wert»

Estamos avanzando en la unidad contra los recortes en la educación. Incluso todos los recortes universitarios, a pesar de no sumarse a la huelga, se han pronunciado contra la “Ley Wert” y el salvaje tijeretazo en la enseñanza.

La unidad, que se extiende al amplísimo grado de apoyo y simpatía en la sociedad a las movilizaciones- está garantizando el éxito de lahuelga.

Debemos ampliar la unidad, porque los recortes de Wert nos perjudican a todos, y tan solo benefician a unos pocos.

Que el tijeretazo en la enseñanza viene determinado por los dictados de Washington y Berlín quedó evidenciado en abril de 2012, cuando una semana después de aprobar los presupuestos generales -que ya reducían la inversión educativa en un 21,9%-, el gobierno de Rajoy se vio obligado -ante las presiones de Bruselas y el FMI- a anunciar, de madrugada y sin previo aviso, un “recorte extra” de 10.000 millones… 3.000 de ellos en la enseñanza.

Desde entonces, todos los informes del FMI-o el Memorandum de Entendimiento con que la UE autorizó la línea de préstamo de 100.000 millones a la banca española- exigen avanzar en los recortes educativos.

Y con la “Ley Wert”, estos recortes van en aumento. Imponiendo un recorte del 81% en la inversión pública en educación respecto a la anterior ley. Si antes se reservaban 7.033 millones, ahora sólo se contemplan 1.335.

Un tijeretazo tan salvaje que hasta el Consejo de Estado se ha pronunciado en contra.

La nueva ley permitirá eliminar programas de refuerzo, aumentará la ratio de alumnos por aula, precarizará todavía más las condiciones laborales del profesorado…

La “Ley Wert” dice reivindicar “la cultura del esfuerzo”. Es mentira. Está diseñada para condenar a los hijos de las clases más populares.

Adelantando la segregación curricular hasta los 15 años, obligando a optar entre la Formación Profesional o el Bachillerato, cuando antes lo hacían un año después.

Pero además, con la introducción de las “reválidas”, a los 11 o 12 años, tras cursar primero de la ESO sin alcanzar los objetivos del curso, un chico o una chica puede ser cata¬logado ya como inservible para continuar los estudios, ser segregado y derivado a un nivel inferior de por vida.

Lo que va dirigido a expulsar, cuanto antes, del itinerario educativo a los hijos de trabajadores que tienen como único horizonte servir de mano de obra barata a grandes monopolios.

Además, la introducción de los ”rankings” educativos tiene efectos perversos. Si un centro presenta mejores notas recibirá más subvenciones. Lo que implicará que los colegios e institutos de los barrios más populares –con más dificultades y menor recursos- recibirán menos dinero. No solo no protege a los más débiles, sino que planifica que se agrande la desigualdad.

La “Ley Wert” fulmina lo que había sido –insuficientemente, pero actuaba- un “mecanismo de igualación”, las becas.

Al elevar la rigurosidad de las condiciones, miles de estudiantes van a quedarse sin beca.

La “Ley Wert”exige entre un 6 y un 6,5 para acceder a una beca, cuando antes era suficiente con un 5. Y endurece los requisitos económicos.

El propio ministro reconoce que con estos cambios hasta 10.000 estudiantes van a quedarse sin beca. Los sindicatos elevan esa cifra hasta los10.000. Y asociaciones de estudiantes denuncian que serán 100.000 quienes este año van a quedarse sin beca.

En una situación donde se han incrementado las tasas y se han recortado los salarios y rentas de las familias.

Estamos sufriendo un “ataque masivo” que afecta a todos los sectores educativos. Por eso la huelga general convocada para el 24 de octubre está apoyada por todos.

Lo que hay que hacer es fortalecer la unidad que en los hechos ya se está produciendo. Para oponernos a la sentencia a la educación española dictada desde el FMI y Merkel, y sumisamente aplicada por Wert. Y exigir que se defienda la enseñanza pública y se incremente la inversión en educación. Nos estamos jugando nuestro futuro.

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