La devaluación salarial grava la calidad de vida de los trabajadores en Cataluña

Cataluña e la comunidad autónoma que genera más riqueza, la mayor de España por volumen de Producto Interior Bruto (PIB): 212.000 millones de euros anuales. Pero al mismo tiempo es la comunidad con mayores desigualdades. El nivel y las condiciones de vida del pueblo trabajador no se corresponde con la riqueza que se produce. La devaluación de los salarios está en la base de todas las desigualdades

Según los informes de los sindicatos, en base a los datos aportados por los organismos de la propia Generalitat, las rentas del trabajo han pasado de representar el 50% del PIB catalán en 2008 al 46% del PIB en 2016, es decir han perdido cuatro puntos, equivalentes a unos 9.000 millones de euros, que los trabajadores han dejado de percibir en sus nóminas.

Las desigualdades en el reparto de la renta se han disparado desde el principio de la crisis. El 20% de las rentas más altas recibe ahora seis veces más ingresos que el 20% de las rentas más bajas, cuando al inicio de la crisis era de cinco veces.

En Cataluña uno de cada tres trabajadores (aproximadamente 1 millón) no es ni siquiera mileurista, cobra menos de 1.000 euros al mes. Y el salario más frecuente (1.570 euros mensuales aproximadamente) apenas llega a los 1.000 euros netos al mes. Según un estudio con datos aportados por el Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona.

El sueldo nominal del conjunto de los trabajadores catalanes se ha reducido una media del 7% en los últimos cinco años. A lo que hay que sumar la pérdida de poder adquisitivo por la inflacción. Y en este terreno Cataluña es la comunidad que más poder adquisitivo han perdido los salarios por la inflación, según un estudio de la empresa de trabajo temporal Adecco: es 6 puntos menos que en 2011. Lo que sumados al 7% de rebaja salarial supone una pérdida del 13% de poder adquisitivo.

La situación es preocupante en una de las zonas más caras de España. No es de extrañar que la mayor parte de las familias trabajadoras catalanas tengan problemas para llegar a fin de mes y no tengan capacidad para afrontar gastos extra, el 38% según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.

Sectores especialmente afectados

La reforma laboral – que por ejemplo ha permitido la doble escala salarial en las grandes emresas catalanas- y la precarización del mercado de trabajo es la principal causa de los bajos salarios. La situación es mucho más grave en algunos colectivos especialmente afectado por esta degradación del mercado laboral.

En primer lugar en el creciente sector de los nuevos contratados cobran un 34% menos que en sus puestos anteriores. La mayoría se reincorpora con contratos temporales y puede llegar a cobrar hasta 775 euros menos que un trabajador que realice el mismo trabajo pero con contrato fijo.

Los jóvenes catalanes, como ocurre en el resto de España, son otro de los sectores especialmente afectados por los bajos salarios. Según los datos del estudio del Ayuntamiento de Barcelona al que aludíamos antes, el 60% de los jóvenes catalanes menores de 30 años ingresan menos de 1.000 euros al mes. Han pasado de cobrar una base mínima en torno a los 1.000 euros al mes en 2008 a cobrar menos de 600 euros.

Con estas sueldos de miseria es imposible plantearse la independencia familiar, ante la imposibilidad de abordar los gastos de una vivienda y de los servicios y necesidades básicas.

Las mujeres catalanas son el otro sector que más sufre la precarización laboral y los bajos salarios. Y por ración doble. Como mujer sufre las consecuencias de la brecha salarial.

El primer estudio elaborado por la Generalitat sobre “la situación de desigualdad salarial en Cataluña entre hombres y mujeres”, publicado en febrero pasado con datos de 2014 (los últimos disponibles), concluye que las mujeres catalanas ganan de promedio un 26% menos que los hombres. Un porcentaje que sube hasta el 42,6% en las franjas salariales más bajas. Respecto al salario medio, las mujeres en Cataluña ganan 7.123 euros menos que los hombres.

Por otra parte las mujeres son las que ocupan la mayor parte de trabajos infravalorados,menos cualificados, a tiempo parcial o incluidos en regímenes especiales, como el trabajo doméstico, limpieza, vendedoras, teleoperadoras o determinados trabajos en hostelería (como camareras de piso). Regímenes con salarios en torno a los 600 euros, muy por debajo del salario mínimo, fijado actualmente en 707,60 euros.

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