Un expolio sin fin

La factura del pago de la deuda pública no nos llega a casa detallada, como la de la luz o el gas… pero todos estamos obligados a abonarla. Para cada catalán supondrá un gasto extra de 10.141 euros… que nos deducirán de la sanidad, la educación, las pensiones…

Una factura escandalosa

Cataluña es la primera comunidad por volumen de su PIB, pero sin embargo también es donde la factura del pago de la deuda ha aumentado a mayor velocidad.

El total de la deuda de la Generalitat asciende a 76.727 millones de euros. Es, de largo, la cifra más abultada de todas las autonomías. Y desde 2.008 se ha más que triplicado, pasando de suponer en 2.008 el 10% de su PIB a representar ahora el 35,10%.

Solo el pago de los intereses de la deuda supone obligaciones de pago que llegaron a alcanzar un máximo de 1.940 millones anuales. A lo que hay que sumar la devolución del capital, que va a representar, solo el próximo año, una factura de 9.000 millones de euros.

¿Por qué se ha disparado el volumen que supone el pago de la deuda en Cataluña? ¿Es una consecuencia de los efectos de la crisis ajena a la gestión de la Generalitat? ¿Se ha endeudado el govern catalán, como ellos afirman, para mantener la sanidad, la educación…?«La factura de la deuda significa que cada catalán deberá pagar 10.141 euros para saldarla. En una familia tipo supondrá un gasto de 30.423 euros»

La realidad es exactamente la contraria. Según el estudio publicado por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, Cataluña es la comunidad que más ha recortado en gastos sociales -5.438 millones menos entre 2.009 y 2.015-, y al mismo tiempo la que menos redujo los gastos no vinculados a políticas sociales.

Los hechos demuestran que los gobiernos de Mas y Puigdemont no se han endeudado para “mantener” unos gastos sociales que se han recortado… sino para sostener un gigantesco aparato burocrático que solo beneficia a una ínfima minoría.

Unos pagamos y otros cobran

La factura de la deuda significa que cada catalán deberá pagar 10.141 euros para saldarla. En una familia tipo supondrá un gasto de 30.423 euros.

¿Cómo lo pagaremos?

Este año, los presupuestos de la Generalitat contabilizan un desembolso de 5.996 millones de euros para pagar la deuda… el doble de lo destinado a trabajo, asuntos sociales y protección de las familias.

Es evidente quienes pagamos… ¿pero quiénes cobran?, ¿quién acaba quedándose con los miles de millones que destinamos a pagar la deuda?

Hasta 16.158 millones de la deuda catalana están directamente en manos de grandes bancos o fondos de inversión nacionales y extranjeros.

Que trafican con los títulos de deuda para sacarles el máximo beneficio. Desde julio, al compás del incremento de la tensión independentista, la rentabilidad que los grandes inversores exigían a los títulos de deuda catalanes ha aumentado un 33%. Cuentan para ello con la ayuda de las grandes agencias de calificación, que han rebajado la nota de la deuda catalana al nivel de Montenegro, Nicaragua, Kenia o Senegal.

Una parte de la deuda los catalanes la pagan a través del Estado español. La imposibilidad de muchas comunidades de acceder a los mercados internacionales para financiarse llevó a “mutualizarla” a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

El Estado es ahora propietario del 66% de la deuda catalana, 52.500 millones, y debe hacer frente a los pagos… emitiendo más deuda.

Los grandes bancos y fondos de inversión son propietarios 77% de la deuda pública española -el 46% de ella en manos del capital extranjero-, y se lucran del “colchón” con que el Estado sostiene las finanzas de Cataluña.

Detener el expolio

La deuda pública catalana es un gigantesco expolio a la población, que no para de crecer y que se come buena parte de los recursos de las arcas públicas.

De este gran atraco salen beneficiados los círculos de la burguesía burocrática gestada en torno al poder autonómico -representada por los Mas, Puigdemont, Junqueras…-, que cargan sus gastos sobre los catalanes a través de un creciente endeudamiento.

Y, sobre todo, se lucra el capital financiero extranjero y nacional, a cuyas cuentas de resultados van miles de millones que deberían destinarse a sanidad, educación, pensiones…

Detener este expolio es una de las necesidades más urgentes en Cataluña.

One thought on “Un expolio sin fin”

  • El planteamiento del artículo me ha parecido correcto y prometedor, en el desarrollo soy discrepante en algunas consideraciones y la conclusion me parece muy deficiente (el calificativo de expolio me parece muy inadecuado y confuso). La cantidad de la deuda española, la dependencia de esa deuda de la política alemana, los exagerados gastos del modelo autonómico, la insuficiente creación de nuevas empresas y la falta de políticos españoles de alta calidad (similares a Messi en el fútbol) nos conducen al pueblo español a una incertidumbre ya en el presente y por desgracia a un futuro mas pobre económico y social.

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