Los hilos de araña del procés

No es ni siquiera pensable que los impulsores del procés hayan llegado tan lejos en su aventura secesionista sin contar con el apoyo, el aliento y el amparo -aunque sea subterráneo- de centros de poder mundial y de influyentes sectores de algunas de las clases dominantes más poderosas del planeta. Unos hilos de araña tan ocultos como decisivos, que es necesario identificar y desenmascarar para poder derrotar su proyecto.

Los artífices del procés no han dejado de insistir en que “tejer complicidades internacionales” que permitan avanzar hacia la independencia es una de las premisas del éxito. En 2012 fundaron el Diplocat (el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña), un auténtico «Ministerio de Asuntos Exteriores» de la Generalitat, dotado de una importante y lujosa red de embajadas catalanas en las principales capitales mundiales y con un presupuesto de más de 25 millones de euros. Desde su creación, el Diplocat ha desplegado una frenética actividad. ¿Qué sabemos hasta ahora de los hilos y conexiones internacionales del independentismo catalán?

Llamando a Washington desesperadamente

Desde el principio, la burguesía burocrática catalana ha buscado el apadrinamiento de las grandes potencias occidentales a su proyecto de independencia. Hace años, en una conferencia titulada ‘Aproximació a una geopolítica per a Catalunya’, Artur Mas dejó claro que EEUU, Israel y Alemania son los «aliados naturales» que Cataluña debe cortejar.

Descartada ahora mismo -no corren buenos tiempos en Europa para apoyar aventuras secesionistas- la carta alemana, en los últimos años, la auténtica prioridad del Diplocat ha sido EEUU (y secundariamente Israel, en la medida en que es una vía para llegar a los cenáculos de poder de Washington).

La victoria de Trump fue saludada por Artur Mas como un signo de que «lo improbable puede llegar a pasar». Lo cierto es que la política de la nueva administración norteamericana hacia la UE ha cambiado, con Trump apoyando al Brexit y alentando que las costuras de la ‘Europa alemana’ se deshilachen. Los intereses de Washington parecen pasar por un debilitamiento de sus vasallos europeos, para poder encuadrarlos mejor en sus planes.

Los estrategas del independentismo lo han percibido y han redoblado sus viajes a EEUU y sus entrevistas con destacados miembros del establishment político y económico de la superpotencia. En abril, Puigdemont y Romeva se entrevistaron con importantes senadores y congresistas de Washington. Cabe recordar al halcón republicano Dana Rohrabacher, uno de los artífices de que en 1998 EEUU financiara y armara la ‘independencia’ de Kosovo, para que este pequeño país se convirtiera en una gran base militar norteamericana en los Balcanes. O Eliot Engel, líder demócrata en el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso y destacado miembro del lobby israelí-estadounidense.

Uno de los más importantes interlocutores norteamericanos del procés es el American Enterprise Institute (AEI), uno de los más importantes think tanks republicanos, fuertemente neoconservador y muy ligado a las «revoluciones de color» que como los EuroMaidan, utilizan las movilizaciones civiles para desestabilizar gobiernos y forzar cambios políticos. Su presidente, Arthur Brooks, con familia política en Cataluña, mantiene vínculos personales con Artur Mas o con el ex-conseller Mas-Colell. En una conferencia en Barcelona, Brooks mostró sin tapujos la adhesión del AEI al procés separatista.

Por último pero no menos importante, La Vanguardia ha publicado en varias ocasiones como el poderoso financiero y especulador norteamericano George Soros ha sido hasta ahora uno de los principales financiadores del ‘aparato diplomático’ del procés, aportando 27.000 dólares para diversas actividades del Diplocat y también con 24.949 para el CIDOB, un prestigioso centro de estudios internacionales dependiente de la Generalitat. El magnate de Wall Street ha financiado talleres del Diplocat para periodistas sobre ‘populismo y euroescepticismo’ realizados a puerta cerrada y a los que solo se podía asistir con invitación.«Desde el principio, la burguesía burocrática catalana ha buscado el apadrinamiento de las grandes potencias occidentales a su proyecto de independencia. En los últimos años, EEUU ha sido la prioridad del Diplocat.»

La injerencia rusa para debilitar Europa

En los últimos meses, diversos medios de comunicación nacionales y mundiales han advertido que injerencia rusa ha situado a Cataluña entre sus prioridades. Movido por sus propios intereses de desestabilización de Europa, el Kremlin -tras el enconamiento de sus relaciones con Occidente a raíz de la intervención norteamericana en Ucrania en 2014 secundada por los países europeos- lleva adelante toda una labor de socavamiento de la UE. Desde campañas encubiertas a favor del Brexit al financiamiento -a través de bancos moscovitas- y empuje de la ultraderecha eurófoba, como el Frente Nacional de Marine Le Pen, Alternativa para Alemania o el holandés Partido de la Libertad de Geert Wilders.

Dentro de esta estrategia rusa para Europa, hay que situar el subterráneo mecenazgo ruso al ‘procés’. El propio Washington Post advierte en el artículo «Cataluña celebró un referéndum. Rusia ganó» que el Kremlin «ha movilizado a sus medios de comunicación y a sus bots en las redes sociales para apoyar a los separatistas.«Movido por sus propios intereses de desestabilización de Europa, el Kremlin ha patrocinado y alentado al ‘procés'»

Moscú niega cualquier relación con este tema y afirma que «Cataluña es un asunto interno de España». Pero los hechos cantan. «Según un pormenorizado análisis de los medios prorrusos, estos han acelerado la publicación de informaciones sobre el pulso independentista catalán no sólo en español o inglés, sino también en alemán y ruso. En esos medios se acusa al Gobierno y la justicia española de actos de represión violenta y de desplegar paramilitares en Barcelona, y se augura el inminente advenimiento de una guerra civil», dice El País. “España suprime con fuerza la primavera catalana”, titula el diario Vzglyad, afín al Kremlin. Ese mismo medio ha entrevistado hace poco a Enric Folch, secretario internacional del partido Solidaritat Catalana per la Independència, que participó en 2015 y 2016 como delegado en un encuentro independentista en Moscú organizado por el Movimiento Antiglobalización de Rusia, auspiciado por el gobierno de Putin.El Kremlin utiliza toda una legión de portales de noticias y de bots informáticos para convertir en tendencia inmediata en las redes sociales los climas de opinión deseados. Algunos de esas webs son más «serias» -no llegando a dar noticias falsas, aunque sí tendenciosas- como RT o Sputnik; otras se dedican a difundir bulos y ‘fake news’, que repetidas millones de veces veces tienen peso de veracidad. En estas semanas las redes prorrusas han aumentado un 2.000% su actividad a favor del referéndum y de la DUI en Cataluña.

Rusia ha colocado “bajo su protección” a diversas ciberfiguras ‘antisistema’: a Julian Assange, creador de Wikileaks, refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres; a Edward Snowden, ex-analista de la CIA especialista en redes que ahora colabora con la inteligencia rusa; o hackers estrella como el ruso Alexander Ionov. Todos ellos han colaborado con los expertos informáticos del procés para clonar y proteger las webs del referéndum del 1-O según iban siendo cerradas por las autoridades españolas.

One thought on “Los hilos de araña del procés”

  • Muy interesante el artículo. Habría pues que tratar de juntar la tesis que se plantea en el comienzo del artículo con la segunda parte. ¿Quizás haya una alianza ¨Trump-Putin¨ como dicen muchos medios norteamericanos? El párrafo final también me parece interesante. ¿Al servicio de quién están realmente los Assange y compañia? ¿No son quizás una especie de troyanos? Podría ser perfectamente una jugada de la CIA todo el tema de Assange y compañía…

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