El 60% de los catalanes no avalan la DUI

… Y mandó parar

Puigdemont ha sufrido en los primeros diez días de octubre dos derrotas políticas seguidas. El 1-O fracasó la estafa antidemocrática del falso referéndum con el que pretenden justificar su declaración unilateral de independencia. Y el 10-O Puigdemont volvió a fracasar al presentar su vista y no vista DUI.

En los dos casos ha sido el 60% de la población que no fue a votar, y especialmente el cinturón rojo de Barcelona la causa fundamental de su derrota. El auténtico muro de contención que Puigdemont y su Govern no han podido saltar.

Aún con los más que discutibles y cocinados resultados presentados por el vicepresidente Oriol Junqueras, el portavoz, Jordi Turull, y el conseller de Exteriores, Raül Romeva, sin el aval de una Sindicatura Electoral inexistente, se demuestra que la mayoría de la sociedad catalana no acepta la declaración unilateral de independencia.

Solo participaron el 43%, y quienes votaron por la independencia solo representan el 38% del censo. El 62% no la apoyaron.

Por demarcaciones territoriales, en Barcelona y su área metropolitana la participación no llegó al 40% y el Camp de Tarragona, el área metropolitana alrededor de Tarragona y Reus, con el 36,82%, fue la agrupación territorial con la participación más baja. Incluso en Girona, una de las bases del independentismo, la participación superó por poco el 53%.

El 1-O fue unilateral, ni siquiera el rechazo de una mayoría de catalanes a la violencia policial hizo que los no independentistas fueran a votar. Los no independentistas no acudieron masivamente a votar. Solo participó un sector minoritario de la sociedad catalana. Fue una convocatoria excluyente y no un referéndum democratíco, sino una estafa antidemocrática.

La clase obrera rechaza la fragmentación

En los barrios y municipios periféricos de Barcelona, el conocido como cinturón rojo, donde se concentra una mayoría de población obrera y una histórica implantación de los partidos de izquierda, decidió no participar ni avalar con su voto la utilización del falso referéndum para la fragmentación de Cataluña.

Como decía en una entrevista al periódico De Verdad, José Luis Atienza, histórico luchador y sindicalista, Coordinador del Grupo Federal de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), uno de los promotores del manifiesto de los “200 comunes” llamando a no participar en el 1-O y firmante también del Manifiesto “1-O Estafa antidemocrática”: “Hay muchas cataluñas y la Cataluña progresista es la del área metropolitana. En general en el área metropolitana histórica no ha habido grandes problemas a la hora de votar, ha sido un voto más limpio y donde menos se ha participado. Y ahí tenemos a Badía del Vallés donde solo ha participado un 19,9%; el 24,20% en Viladecans; o el 20,9% Santa Coloma, una de las grandes ciudades catalanas… En esta Cataluña le cuesta más penetrar al independentismo”.

El 1-O no se produjo una movilización “transversal” con participación masiva de todos los sectores y clases de la sociedad catalana como se nos quiere hacer ver la propaganda del Govern. Es evidente en el cuadro que presentamos, aún con sus propios datos “oficiales”, no lo hicieron la clase obrera y amplios sectores del pueblo trabajador.«El 1-O no se produjo una movilización “transversal”, la clase obrera y amplios sectores del pueblo trabajador no participaron»

En los barrios y pueblos del cinturón rojo de Barcelona la no participación fue muy superior a la media del 60%. En la mayoría de estas poblaciones superó el 70% y el 80%. Más del 80% en Santa Cooloma, el 78,2% en Cornellá, el 76,8% en L’Hospitalet, Viladecans con el 75,8% o el 70,3 de San Boi.

Y los síes favorables a la independencia están muy por debajo de la media. En poblaciones como Santa Coloma, Cornellá, L’Hospitalet o Viladecans representan entre el 16% y el 19% del censo, frente al 38% de la media.

Otro tanto ocurrió con la otra zona con fuerte presencia de la clase obrera y pueblo trabajador, el Camp de Tarragona y sus dos ciudades más importantes. En Tarragona no participó el 77,20% y el sí sólo representa el 20.5% del censo. En Reus no fue a votar el 63,5% y los síes representan el 33,3% del censo, cinco puntos por debajo de la media.

La clase obrera y la mayoría del pueblo trabajador han rechazado participar un referéndum estafa donde su voto sería utilizado para legitimar la DUI y la fragmentación.

3 comentarios sobre “… Y mandó parar”

  • Pablo Barcelona dice:

    Ni una palabra sobre la represión (a primera hora de la mañana, evidentemente para atemorizar a los posibles votantes), sobre la violencia de la policía y la Guardia Civil. Ni una palabra sobre el estado de excepción encubierto, con miles de uniformados en Cataluña que reclaman «que nos dejen actuar». Ni una palabra sobre una Constitución y unas instituciones nacidas del franquismo.
    En fin, quien no quiere ver es un ciego (los lectores de buena fe). Quien tiene experiencia política y no dice nada de esto es que simplemente sirve a los intereses de los poderosos. Los luchadores y los trabajadores y jóvenes conscientes ya saben lo que es De Verdad y UCE.

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