Hartas de ser invisibles

El pasado 13 de julio, se entregaron en el Ministerio de Empleo 100.000 firmas con el objetivo de que se reconozcan los derechos de las trabajadoras empleadas de hogar.

Rafaela Pimentel, nacida en la República Dominicana, residente en España y con 25 años de trayectoria como empleada doméstica, inició hace mes y medio una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org con la finalidad de que España apruebe el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo que regula los derechos de las empleadas de hogar.

Rafaela Pimentel es además miembro del Grupo Turín, plataforma que aglutina a empleadas, organizaciones y cooperativas de este sector.» En España hay 630.000 empleadas de hogar, pero sólo un tercio está dentro de la Seguridad Social «

Tras recoger las primeras 100.000 firmas, Rafaela Pimentel y otras compañeras del Grupo Turín, ataviadas con delantales, guantes de goma e instrumentos de limpieza, se manifestaron por varias calles del barrio de Malasaña en Madrid, antes de acudir al Ministerio de Empleo, donde hicieron entrega de las firmas recogidas.

¿Qué es el Convenio 189 de la OIT?

El Convenio 189 de la OIT, ratificado por 24 países, protege de manera específica a las empleadas de hogar y contiene normas de valor internacional para reconocer el valor social y económico del trabajo doméstico. En España, su ratificación permitiría la entrada de las empleadas de hogar en el Régimen General de la Seguridad Social y equipararlas al resto de trabajadores/as.

En nuestro país hay 630.000 empleadas de hogar, más del 90% mujeres, la mitad de origen extranjero en situación irregular. Al no estar en el Régimen General, carecen de derechos básicos como prestación por desempleo o indemnización por despido.«La ratificación del Convenio 189 permitiría poder equiparar los derechos de las empleadas de hogar al resto de los trabajadores españoles.»

Estamos hablando de situaciones que el mismo texto de recogida de firmas denuncia como trabajar con piernas escayoladas, ser despedidas por quedarse embarazadas, gritos, insultos, malos tratos físicos y psicológicos, acoso y condiciones de semiesclavitud.

Luchadoras invisibles

La dispersión es el principal problema que se enfrentan a la hora de defender sus derechos, y el hecho de que sean trabajadoras invisibles para la sociedad. Una situación que han comenzado a revertir uniéndose y organizándose.

Asociaciones como SEDOAC, Territorio Doméstico, APAMUAC, Mujeres que Crean, La Red de Mujeres Latinoamericanas, “Pueblos Unidos”, Cooperativas las Victorias …, llevan años formando talleres de concienciación, de organización y de formación para que las empleadas de hogar sean conscientes de sus derechos y puedan luchar de manera conjunta por ellos.

Gracias a ello se han llevado adelante muchas luchas y manifestaciones, la entrega de firmas ha sido sólo la última muestra. Otro éxito fue la celebración del primer Congreso de las Empleadas de Hogar en octubre de 2016 en Madrid.

Belén Navarro, miembro del Grupo Turín lo ha dejado bien claro: “La entrega de firmas no es el final de la campaña, seguirán más acciones hasta que el Gobierno y las Cortes ratifiquen la Convención de la OIT y que las trabajadoras domésticas tengan los mismos derechos que cualquier trabajador”.

La campaña de firmas todavía continúa en Charge.org y llamamos a todos a sumarse a ella.

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