SELECCIÓN DE PRENSA INTERNACIONAL

El discurso de Trump en la OTAN quiebra el corazón de Europa

27-5-2017

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner de manifiesto sus características y valores al acusar a los miembros de la OTAN de no cumplir con el objetivo de defensa compartido, al tiempo que descuidan su compromiso con la defensa colectiva.

También habría llamado a los alemanes «muy malos» por vender millones de coches a los Estados Unidos (…)

Lo que hizo Trump debe haber roto el corazón de muchos europeos. La OTAN ha sido durante mucho tiempo una alianza liderada por Estados Unidos. Ahora Trump parece querer convertir la OTAN en una corporación. A él le importa más si las ganancias de Estados Unidos se corresponden con sus gastos.

Si Trump revisa la alianza transatlántica desde la perspectiva de un empresario, su visión será diferente de la de sus predecesores.

Las situaciones políticas y militares en Europa son hoy diferentes del período de la guerra fría. La amenaza de Moscú es menos real y Rusia ya no es un rival mundial de Estados Unidos. El valor de la OTAN para Estados Unidos está disminuyendo y la organización se ha convertido en una herramienta más para mantener el orden europeo.

En la era de la globalización, las relaciones entre las grandes potencias son menos intensas y, en cierta medida, han cambiado la naturaleza de las relaciones internacionales. Sin embargo, los tres países bálticos y los antiguos miembros del Pacto de Varsovia siguen sintiéndose inquietos, y las naciones de Europa occidental se sienten un poco perdidas. Es el mejor momento para que Washington eleve el precio.

Estados Unidos ha construido activos gigantes de seguridad en el extranjero en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Ahora que la ventaja económica de Estados Unidos se ha hecho menos prominente, lo que Trump quiere hacer es «vender» algunos de los activos geopolíticos a cambio de dinero en efectivo.

Al exigir más aportaciones de los miembros europeos, Trump está realmente diluyendo la participación de Estados Unidos. Pero, ¿hasta dónde irá? Creemos que mantener el control absoluto de EEUU sobre la OTAN será la línea de base de Trump.

Por lo tanto, es poco probable que Trump arruine los lazos de los Estados Unidos con los aliados, ni las fuerzas del establishment en Estados Unidos le permitirán hacerlo.

Trump ha mostrado un interés limitado en la geopolítica tradicional. Probablemente entiende que mezclar la política con las reglas de negocio requiere destrezas. Aumentó significativamente el presupuesto de defensa de EEUU y bombardeó las fuerzas del gobierno sirio, con una calculadora en una mano y un misil en la otra.

Trump es el primer líder occidental que utiliza la diplomacia internacional para provocar rupturas bruscas. Otros líderes occidentales difícilmente pueden mantenerse al día con él, y mucho menos oponerse a él. Sin embargo, que Trump sea capaz de ganar el juego es otra cuestión. Muchas fuerzas no reconocen el juego de cartas de Trump y juntos poseen el capital y la posibilidad de abortarlo.

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