FMI y Bruselas, dos dogales sobre nuestro cuello

El FMI vuelve a exigir «más reformas y terminar con el ajuste», es decir, profundizar en la dirección de la actual Reforma Laboral, acometer «reformas en el sistema de pensiones» e implantar nuevos copagos en la sanidad.

Todas las políticas de recortes, saqueo y «austeridad» contra los trabajadores aplicadas por el gobierno de Rajoy estos últimos años -y que ahora buscan ser transformadas en permanentes y estructurales- tienen el trasfondo de las imposiciones de la ‘troika’: el Fondo Monetario Internacional -instrumento de Washington- junto a la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, fuertemente dominados por Berlín. No es posible acabar con estas políticas y redistribuir la riqueza en beneficio de la mayoría sin reconquistar la soberanía nacional y acabar con las imposiciones del FMI y Bruselas.

Hace pocos días el FMI volvía a exigir «más reformas y terminar con el ajuste», es decir, profundizar en la dirección de la actual Reforma Laboral -bajos salarios, abaratamiento del despido, precariedad, destrucción de derechos laborales y mecanismos de negociación colectiva-, acometer «reformas en el sistema de pensiones» e implantar nuevos copagos en la sanidad. No hay mes que esta institución -dirigida por Christine Lagarde pero históricamente creada y al servicio de EEUU- no marque, bajo la apariencia de «recomendaciones», los dictados y líneas rojas que debe seguir la economía española.

Tampoco hay mes -ni semana- en la que Bruselas, sea la Comisión Europea, sea el BCE o el Eurogrupo, instituciones en la que los intereses de la oligarquía financiera germana son ley, no dicte los marcos de «contención del gasto público» y las pautas del «déficit» para España. Un diktat alemán que nos ha impuesto recortes en sanidad, educación y políticas sociales y las líneas maestras de los ministerios de Economía y Hacienda de los últimos años. Una UE alemana que pretende que su «austeridad» selectiva se mantenga en lo sucesivo, apretando un corsé de hierro que estrangula cualquier política redistributiva en favor de los intereses populares. Cualquier comunidad autónoma o ayuntamiento que quiera implantar políticas progresistas se enfrenta al «techo de gasto» de Montoro bajo el grito de Bruselas.

Hay que cortar estos dogales. Hay que romper estas cadenas. La defensa de la soberanía nacional frente a EEUU y Alemania y su ‘troika’ es una premisa imprescindible para cualquier política verdaderamente transformadora y progresista.

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