¿Venezuela hacia el abismo? ¿Cui prodest?

Venezuela vive desde hace años en un clima de desestabilización permanente, donde se combinan tres ofensivas triplemente cruzadas que buscan erosionar y tumbar al gobierno bolivariano.

El horno de la crispación política venezolana ha alcanzado temperaturas con la decisión -durante un día- del Tribunal Supremo de asumir las competencias de una Asamblea Nacional declarada en desacato desde hace un año. La estrategia desestabilizadora de los ‘golpes blandos’ -instigados desde Washington y aplicada desde las oposiciones criollas- alcanza su clima de máximo enfrentamiento en el país caribeño.

«Golpe de Estado en Venezuela», titula El Pais. «TSJ, Tribunal Supremamente Ilegal», dice El Mundo. «Autogolpe», proclama la BBC. ¿Qué ocurre en Venezuela? ¿De verdad ha habido un golpe de Estado?

Venezuela vive desde hace años en un clima de desestabilización permanente, donde se combinan tres ofensivas triplemente cruzadas que buscan erosionar y tumbar al gobierno bolivariano. Una estrategia de ‘golpe blando’ -instigada desde Washington y ejecutada por las fuerzas reaccionarias del país- similar a la que ha conseguido derribar a los gobiernos del kirchnerismo en Argentina o del PT en Brasil.

A las intensas dificultades de carestía e inflación que atraviesa la población -fruto de una guerra económica orquestada desde Washington- y al intenso bombardeo mediático de una oligarquía que controla el 80% de los medios de comunicación del país, se suma una oposición golpista, que azuza la tensión en las calles, y que tras ganar la mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional se ha dedicado a boicotear sistemáticamente todas las iniciativas del gobierno para resolver la grave situación económica, agravando paso a paso una crisis institucional y enfrentando a los poderes del Estado entre sí.

La Asamblea Nacional dominada por la oposición acordó en enero ‘desconocer’ al Presidente Maduro. ¿Se imaginan al Capitolio declarando ‘desconocido’ el poder de la Casa Blanca?. Los tribunales declararon nulas las actas de tres diputados opositores del Amazonas tras demostrarse que compraron sus votos, pero la AN decidió ignorar la sentencia del alto tribunal e incorporarlos. Por varias acciones como esas el Tribunal Supremo (TSJ) declaró hace un año a la Asamblea Nacional en situación jurídica de “desacato».

Este polvorín institucional ha estallado. El detonante la decisión del gobierno de Maduro de usar la Ley de Hidrocarburos -la primera fuente de divisas de Venezuela- para intentar aliviar la angustiosa situación económica. El gobierno tiene potestad para constituir empresas mixtas para la extracción petrolífera y establecer las condiciones de la explotación, pero requiere de la aprobación de la AN, que no puede (por su desacato), ni tampoco quiere (dada la actitud de boicot total de la oposición) efectuarlo, bloqueando una medida financiera vital.

De ahí la decisión del TSJ de suspender de sus funciones a la AN, asumiendo las competencia estrictamente necesarias para a aprobación de estos contratos petrolíferos, e impidiendo el hundimiento de la economía. Esta es la medida, justificada o no, adecuada o no. No se ha disuelto el Parlamento, no se han convocado nuevas elecciones, ni mucho menos se han tomado medidas de fuerza. ¿Golpe de Estado?

De hecho -a instancias del propio Nicolás Maduro- el alto tribunal echó marcha atrás al cabo de unas horas, dejando sin efecto su anterior decisión de asumir las competencias parlamentarias, y reestableciendo la plena inmunidad de los parlamentarios de la Asamblea Nacional. La decisión del TSJ ha creado diferentes posiciones dentro del oficialismo. Mientras figuras emblemáticas del chavismo la han aplaudido, otras como la fiscal general Luisa Ortega se han mostrado críticas. De ahí la recomendación de Maduro al TSJ de revisar la sentencia para poder abrir los canales de diálogo.

Pero la oposición ya tiene munición, y no va a perder la ocasión de utilizarla, y más ahora que habían perdido fuerza e iniciativa. “Es un golpe de Estado, y quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo», ha denunciado el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, al mismo tiempo que hacía un llamamiento «de conciencia» a las fuerzas armadas. Miel para los oídos de Washington.

7 comentarios sobre “¿Venezuela hacia el abismo? ¿Cui prodest?”

  • En Venezuela es que no hay punto medio :»o los yankees o Maduro».Y es que según críticas al régimen de Maduro,hechas desde la Revolución Bolivariana,en «aporrea.org»,las bases bolivarianas luchan por seguir con la Revolución socialista,pero en las altas esferas del Estado hay mucha corrupción,lo qu denomina periodstas pro-yankees «la boliburguesía»(mira,para ésto los periodstas si que saben de marxismo).Según me cuentan exiliados venezolanos «Maduro se queda el petróleo,junto a la Guardia Nacional» y es que es una vergüenza,que en el país más rico en petróleo no hay cerne en los supermercados.Pero hay democracia,en contra de lo que dicen el los medios oficiales.Hugo Chávez conformó los «círculos comunales»,el Pueblo venezolano organizado y en muchas ciudades venezolanas,se votan delegados por barrio que gobiernan la ciudad,junto con los alcaldes del régimen.Tengamos fé en las bases bolivarianas

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