España en las arenas movedizas del Sahel

Las fuerzas aéreas españolas -siguiendo las directrices marcadas por la OTAN- están multiplicando su implicación en los escenarios bélicos del Norte de Africa y especialmente en el Sahel

Además de incrementarse la actividad de las tropas norteamericanas en las bases de Rota y Morón, los aviones españoles han comenzado las misiones de reabastecimiento en vuelo a los cazas franceses que patrullan la zona. La mayor implicación de España en los conflictos africanos, bajo la batuta de Washington y París, supone un mayor riesgo para la seguridad de nuestro país.

Bajo la bandera de la lucha antiterrorista, España se involucra -silenciosamente, sin apenas hacerse público- cada día más en las guerras de baja intensidad en el Sahel. La fuerza aérea española ha empezado a reabastecer sobre el espacio aéreo africano a cazas y aviones espía franceses, y a incrementar el apoyo logístico a las misiones estadounidenses en la zona.

Con esta política,el gobierno de Rajoy implica cada vez más a España en la política de agresión y guerra para Africa de los centros de poder imperialista, al tiempo que pone sobre a nuestro país una enorme diana. Participar en la alianza militar de la mayor fuente de guerra del planeta, la superpotencia norteamericana no es sinónimo de seguridad, sino un riesgo que no podemos consentir.

La implicación de España en Africa viene incrementándose desde que a finales de 2012 el gobierno de Zapatero autorizara la ampliación de la base aeronaval de Rota y la instalación en Morón del Africom, el comando de marines para África, un cuerpo de 3.500 hombres y 40 aviones.

Desde hace años Washington y París actúan conjuntamente en el Sahel para mantener una ‘lucha antiterrorista’ que garantiza su dominio imperialista. En 2013 Francia intervino militarmente en Mali, y desde entonces mantien la llamada operación Barkhane, con la presencia de unos 4.000 militares franceses dirigiendo a las fuerzas armadas de Mauritania, Níger, Chad, Burkina-Faso y naturalmente Mali. España lleva colaborando desde hace cuatro años con esa operación: el destacamento Marfil del Ejército del Aire traslada desde Dakar (Senegal) pasajeros, mercancías y armas a las bases francesas del Sahel con un C-130 Hércules, que ha volado más de 4.400 horas, han transportado a 15.700 pasajeros y 2.800 toneladas de carga.

Los norteamericanos han construido una base para drones en Agadez, en el norte de Niger, que sirve para ayudar a identificar objetivos a los franceses. Rota sirve de base para que tres aviones cisterna KC-135 norteamericanos crucen el espacio aéreo de Marruecos y de Mauritania para abastecer a los cazas galos que sobrevuelan Mali. A ellos se ha sumado un KC-130 español con base en Dakar, que ha realizado sus primeras misiones de reabastecimiento en vuelo.

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