¿Quién puede espiar en EEUU?

El FBI y la NSA investigan si Rusia intervino en las elecciones de EEUU

Ante el Congreso, el director del FBI James Comey, informó que está investigando la presunta influencia de Rusia durante la campaña presidencial del año pasado -a favor de Donald Trump y en contra de los demócratas- y descartó un supuesto espionaje del anterior gobierno de Obama contra Trump.

Se trata de uno de los principales frentes en los que se enfrentan las dos líneas en la cabeza del Imperio. Los demócratas acusan a Trump de haber conspirado con Rusia para obtener ventaja en las pasadas elecciones presidenciales. El actual presidente niega la mayor y devuelve la acusación de que él fue el espiado por la administración Obama.

En realidad, el caso del presunto ‘espionaje ruso’ se trata de tres frentes conectados entre sí. Por un lado están las acusaciones de la interferencia rusa en las elecciones: si Moscú perjudicó la campaña de Clinton en favor de Donald Trump realizando espionaje informático y revelando emails comprometedores a través de Wikileaks y webs de noticias controladas por el Kremlin. Esto está siendo investigado hasta por seis agencias de seguridad e inteligencia, entre ellas el FBI y la NSA, además de los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado.

Por otro lado están las relaciones sospechosas de miembros del gobierno Trump -o de su equipo de campaña, como Paul Manafort- con altos funcionarios rusos. Esas acusaciones lograron derribar al asesor de seguridad nacional de Trump, el general Michael Flynn, por haber mantenido varias conversaciones telefónicas con el embajador ruso, el mismo día que la administración Obama anunciaba sanciones contra Rusia por los ciberataques. Ahora el fiscal general Jeff Sessions ha tenido que inhibirse en la investigación del FBI, tras saberse que se reunió en dos ocasiones con el embajador de Moscú. Por último circula un dossier de las agencias de inteligencia que asegura que el Kremlin tiene en su poder información confidencial con la que puede chantajear al presidente Trump, incidiendo de forma significativa en su toma de decisiones.

El tiempo desvelará la veracidad de estas acusaciones. De momento de lo que podemos estar seguros es que en la guerra entre las dos lineas en el núcleo del Imperio -una pugna que recorre cada aparato de poder, cada agencia de inteligencia- la información confidencial, tenga que ver con Rusia o no, es munición de grueso calibre contra la alternativa de la clase dominante que ha logrado ocupar el Despacho Oval.

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