Joan Baldoví en el Ateneo XXI

¿Es posible un Gobierno de Progreso?

La nueva temporada de los Ateneos XXI se estrena con un debate con el diputado Joan Baldoví, el político mejor valorado del Congreso y uno de los principales protagonistas en la búsqueda de una alternativa al gobierno del PP

A la hora de hablar de la posibilidad de que se hubiese formado un gobierno de progreso, y de que pueda en un futuro formarse, Joan Baldoví, encabezando el grupo de Compromís en el Congreso de los Diputados, representa una línea en muchos casos a contracorriente, pero conectando con el sentir mayoritario de la gente progresista y con una amplia mayoría de la población. El de la gente que votó, tanto el 20D como el 26J, para que no gobernara el PP, y el de la que desearía ver a las fuerzas progresistas trabajando unidas para parar los recortes y las políticas del PP.

Los Ateneos XXI fueron una de las organizaciones que firmaron el manifiesto “Por un Gobierno de Progreso. Por un acuerdo de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos” que impulsó Recortes Cero y que firmaron más de 2 mil profesionales, entre los que estaba Joan Baldoví junto con otros muchos, como Juan José Millás, Forges, Aitana Sánchez Gijón, Rosa Montero, Joaquín Sabina, Miguel Rios, Gaspar Llamazares, Odón Elorza o Baltasar Garzón.

Joan Baldoví firmó el manifiesto pero, al mismo tiempo, venía defendiendo que las fuerzas progresistas tenían que ponerse de acuerdo para dar una alternativa al gobierno del PP, como en el Acuerdo del Prado. Baldoví ha sido el político mejor valorado según la encuesta del CIS, y viene representando toda una serie de posiciones de unidad que se han convertido en la antítesis de algunos sectores progresistas que promueven sistemáticamente la división y el enfrentamiento.

El acto empezó a las ocho de la tarde, presentado y moderado por el director de la revista Foros21, Joanen Cunyat, y se prolongó hasta las diez de la noche, durante dos horas de debate. Después, los asistentes pudieron continuar debatiendo con el diputado de Compromís durante una cena debate que concluyó cerca de la una de la madrugada. Reproducimos aquí algunas de sus intervenciones más destacadas durante el acto.

La única alternativa

Yo estoy aquí porque este (señalando al moderador) me lió (risas) en lo del manifiesto. A mi me parecía un manifiesto razonable, aunque había una cosa que me chirriaba un poco y es que estaba Ciudadanos. Pero visto en perspectiva, ojalá que hubiera salido adelante y no estaríamos como estamos.

Firmar ese manifiesto provocó la incomprensión de alguna gente muy próxima. Es importante mantener un cierto margen de independencia y criterio propio. Fueron momentos decisivos y, por encima de la prudencia a la que nos obliga el estar en una organización, creo que era importante que gente significativa, y Recortes Cero consideró que yo lo era, diéramos un paso al frente modestamente y de verdad.

Si no creyera que es posible un gobierno de progreso hoy no estaría aquí, ni estaría en el Congreso. Estaría en mi escuela dando clase y viviendo más tranquilo. ¡Claro que era posible conseguirlo!, y otra cosa es si algunos lo querían. Soy capaz de decir que ojalá nos hubiésemos abstenido algunos y hubiera habido un gobierno de PSOE y Ciudadanos.

[…] El único gobierno que yo veo que hubiera sido posible es uno de Ciudadanos y PSOE. El único que los poderes en la sombra hubiesen permitido.

Yo llegué a plantearlo en la Ejecutiva de mi partido. Fue una intuición… “¿y si nos abstenemos?”. El PSOE quería una abstención de IU y de Compromís para arrastrar a Podemos, porque en la primera legislatura lo que manifestaban era la imposibilidad de pactar con Podemos. Después, Sánchez, quizás porque se veía más muerto que vivo, sí decía que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo. Incluso hubieron conversaciones con partidos nacionalistas, que eran como el ogro, pero que una vez ya había pactado el PP con ellos, estaba legitimado para hacer él.

Desde el punto de vista de la gente progresista, un gobierno PSOE-Ciudadanos hubiera sido inteligente. Porque hubiésemos tenido a un PSOE, o que hubiese hecho lo mismo que ahora, o que hubiera tenido que pactar. Nos hubiera ido mejor. Compromís estamos mejor que nunca, pero visto lo visto, quien hubiera entrado en crisis es el PP. Ahora, los que han entrado en crisis son los demás.

Esto es una impresión ratificada por un exministro que tuvo un papel determinante y que sabe que esto es lo máximo a lo que hubiésemos llegado. Tampoco hubiera sido complicado después, incluso que Compromís e IU hubiésemosentrado en el gobierno.

La primera investidura

Compromís teníamos un acuerdo prácticamente cerrado con el PSOE, a falta de tres o cuatro pinceladas que entendíamos que tenía que tener un acuerdo con un partido valenciano. También lo tenían con IU, pero percibimos desde el primer día, tras el 20D, el miedo a que en ese acuerdo estuviera Podemos y los nacionalistas.

Después de varias conversaciones conseguimos que PSOE y Podemos se sentaran, y habían reticencias por parte de los dos. Después de juntarnos a cuatro, propusimos que se sentaran ellos porque seguro que el acuerdo resultante, IU y nosotros, lo acabábamos bendiciendo. Aquello parecía que iba por buen camino, y de repente el PSOE presenta el acuerdo con Ciudadanos. La cara que se nos quedó fue de haber estado haciendo el imbécil. Así y todo, accedimos a ir a una reunión con PSOE y Ciudadanos, por no cerrar puertas. Cuando Ciudadanos dice que del pacto no se toca ni una coma y que si se hace “nosotros nos vamos”… fuimos a la sesión de investidura y después a nuevas elecciones.

Por eso nosotros sacamos lo del Acuerdo del Prado, que no lo sabía ni el Rey. Nuestro objetivo era descolocarlos para que no pudiesen decir que no. Y durante media hora parecía posible, cuando el PSOE salió a decir que estaba de acuerdo con 27 de los 30 puntos, que eran puntos que nosotros pensábamos que eran asumibles por la gente de Podemos, de IU, de Compromís y de Ciudadanos. Después, el PSOE propuso que fuera con un gobierno monocolor y con una moción de confianza a los dos años. En definitiva, otra forma de decir que no. Ciudadanos descalificó la propuesta inmediatamente.

Fuimos a elecciones y el sorpasso no se produjo. Sinceramente yo creía que era posible pero no lo fue. Y el PP mejoró sus resultados.

Los tres chapós

Desde Compromís, y algunos desde Podemos, hicimos una reflexión y todo estaba en ver qué hacía el PSOE. Había una parte del PSOE, entre ellos Pedro Sánchez, que quería, y la otra parte que torpedeaba cualquier posibilidad de entendimiento.

Firmamos el manifiesto de Recortes Cero y me encontré un día en los baños con Pedro Sánchez. Y le pregunté si eso que había insinuado de presentarse en solitario y pedir la abstención de los demás era verdad. Y dijo que sí, pero “después de las elecciones vascas”. Los vascos estaban por la labor, y PDECAT (antigua CiU) también, aunque ERC eran más reticentes. Si lo hubiera intentado, hubiese tenido una oportunidad. Pero ya sabemos qué es lo que pasó después.

En uno de los últimos discursos que hice en la legislatura de la mayoría absoluta de Rajoy, me permití un desahogo. El primer día él me dijo que yo no ganaba ni en mi pueblo, y en aquel discursos yo le contesté que “no solo gano en mi pueblo, sino que le doblo”. Pensaba que Rajoy era un cadáver político. Un año después, en el discurso de investidura, hice tres chapós; uno a lo mal que lo había hecho el PSOE, otro a lo mal que lo había hecho Ciudadanos, que había dicho que nunca haría a Rajoy presidente; y otro a Rajoy, que nos había dado una lección a todos porque había conseguido ser presidente dejando a los tres partidos debilitados, divididos y en cierta crisis, como estamos viendo.

Aún así, creo que es posible un Gobierno de Progreso, aunque ahora sea más difícil.

Los ejes fundamentales de un pacto

Soy muy pragmático y siempre intento llegar a acuerdos. Si gobiernas y tienes el BOE en tus manos, nunca dirá lo mismo que si está en las suyas. Por eso Compromís lo intentó. Una gran parte de la culpa de todo esto está en determinados personajes del PSOE. Todos lo hemos visto. El día que fui a que me hiciera una entrevista Pepa Bueno, fue el día que estaba entrevistando a Felipe González, y no daba crédito a lo que estaba diciendo, de que si Pedro Sánchez le había engañado…

Por otra parte, creo que no ayudó nada la actitud de Pablo Iglesias metiéndole el dedo en el ojo al PSOE o con determinada torpeza cuando se autoproclamó vicepresidente. En cierta manera legitimó a todos aquellos dentro del PSOE, y a una parte de la militancia socialista, que pensaban que “con estos no se puede ir a ningún sitio”.

La prudencia, la amabilidad a la hora de tratar a aquellos con los que quieres pactar, la cordialidad, el respeto… son ejes fundamentales para pactar con alguien. Lo que no puedes es meterle el dedo en el ojo y después decirle que quieres pactar con él. No creo que el PSOE hubiera hecho algo diferente, pero hubiera deslegitimizado mucho más el golpe contra un secretario general del PSOE que en algún momento pretendió, y a mi me pareció sincero, ser presidente del gobierno. Y tampoco me importan las razones por las cuales pretendía serlo, me importa que hubiera sido útil a toda esa parte de la ciudadanía que prefería que lo fuera él a que lo fuera Rajoy.

Y ahora que…

El único camino es trabajar juntos por hacer frente al PP. El problema es que el PSOE está más preocupado por recuperar el terreno respecto a Podemos, que por contribuir a ese tipo de unidad.

Hay que tener en cuenta que Rajoy tiene el botón rojo de disolución de la legislatura, aunque no sé si les interesa utilizarlo o dejar que el PSOE se recupere y, sin volver a la situación anterior, sí revertir algunas de las cosas que han cambiado con la entrada de nuevas fuerzas. Lo que pasa es que quien tiene en sus manos el gobierno tiene mucho poder para aprobar las cosas como quieran. Igual que quien tiene la Mesa del Congreso controla los debates. En definitiva, teníamos que haber gobernado y haber tenido un ministro valenciano (aplausos).

4 comentarios sobre “¿Es posible un Gobierno de Progreso?”

  • Quima Saira Ardèvol dice:

    M’ha semblat molt interessant. Suscric tots els punts, un per un, excepte el de fer coalició amb Ciutadans, partit totalment cavernícola, homòfob i anticatalà/valencià.

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