La contabilidad de la Comunidad Valenciana en el punto de mira de La Comisión Europea. ¿Qué hay detrás de las facturas escondidas en el cajón de la Consellerí­a?

La deuda que pagaremos el 90% de los valencianos

Bruselas ha abierto una investigación por ocultación de los gastos sanitarios de la Comunidad Valenciana durante el perí­odo de 2002 a 2011. En 2012 el Gobierno de Rajoy solicitó a la UE incrementar en un 0`4% el objetivo de déficit por haber usado lí­neas de crédito suplementarias para que las CCAA pudiesen hacer frente al pago de los atrasos, quedando en evidencia la no inclusión del gasto sanitario en los presupuestos.

La Comunidad Valenciana presentó 300.000 facturas acumuladas con un coste de más de 2.000 millones de euros, en un Plan extraordinario por valor de 2.500 millones. La cantidad de déficit asciende a 1.862 millones de euros y la sanción que propone la Comisión Europea a 2.000 millones. En total más de 8.000 millones de euros que tendremos que pagar ahora todos los valencianos.

A simple vista, puede parecer un caso de impago de facturas y corrupción pero en el fondo del asunto subyace un problema determinante, la intervención exterior.

El gobierno de Mariano Rajoy, a quien corresponde regular el déficit de las comunidades, tendrá que hacer frente al total de la deuda, la multa y los intereses. Pero seremos los ciudadanos quienes la pagaremos de nuestros bolsillos para lo cual nos aplicarán nuevos recortes. Lo mismo que sucede con la deuda externa.

El control político intervencionista de la Comisión Europea y su Banco Central no se limita al uso de mecanismos de reducción del déficit fiscal, si bien, la presión ejercida a la Comunitat se ha maquillado con el “Six Pack”, un paquete de seis medidas legislativas que el Parlamento Europeo aprobó en 2011 (que precisamente se aplica por primera vez y sobre la Comunidad Valenciana) y que obliga a los Estados miembros a presentar anualmente los Planes Presupuestarios correspondientes, según el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).«El centro del problema es por qué el Gobierno español no combate la corrupción como crimen organizado y entrega su soberanía y se somete a Bruselas»

Los “Hombres de Negro” visitarán la Comunidad Valenciana

Una de las consecuencias políticas, es el envío de los “hombres de negro” del Ejecutivo Europeo, en un proceso que se prevé que dure 10 meses, para esclarecer responsabilidades. El Consell está obligado a entregar toda la documentación requerida. En Madrid se han producido con anterioridad visitas sistemáticas de los inspectores que han tenido como finalidad hurgar en las tripas de las entidades bancarias, buscando acceder a un elemento de nuestro patrimonio hasta entonces autóctono, el sistema financiero.

Corrupción y soberanía

Estos son los hechos. ¿Por qué este asunto sale a la luz precisamente ahora? ¿Cómo es posible que Gobierno central no conociera las 300.000 facturas que durante años la Consellería escondió cautelosamente en los cajones? Lo que hay es un triple problema: corrupción, intervención y cesión de soberanía. Nos harán pagar 8.000 millones. Pero, ¿a dónde ha ido a parar todo el dinero que generó la deuda y se ocultó en las facturas de los cajones? Es obvio que no se ha destinado a cubrir prestaciones sociales, ni ha sido asignado a los servicios públicos o a pequeños proveedores, las farmacias. Este montante ha caído en manos de bancos, multinacionales y monopolios, situación sangrante para la mayoría de nosotros.

Si el Ejecutivo de Zapatero y el de Rajoy hubieran actuado limpiamente y con honradez, basándose en la construcción de un proyecto propio, habrían tomado las riendas de combatir la corrupción como crimen organizado, investigando, enjuiciando y llevando a la cárcel a los responsables de ocultar las facturas durante los gobiernos de Zaplana, Olivas y Camps y engañar el déficit en la Comunidad Valenciana. El centro del problema es por qué el Gobierno español no combate la corrupción como crimen organizado y entrega su soberanía y se somete a Bruselas. Y por qué se pliega ante la Troika, dado que a la actual deuda valenciana hay que añadirle también la deuda pública más los intereses.

Por todo ello, es urgente dotarnos de la autonomía e independencia política y económica que permita trazar otro camino, el de la redistribución de la riqueza y la ampliación de la democracia, donde la inmensa mayoría de la población participe activamente. La clave debe ser defender la soberanía nacional.

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