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DV.- En el principio… Carlos López.- Todo empezó el 9 de diciembre cuando se nos comunica a todos los comités al mismo tiempo y en toda España que se iban a cerrar cuatro fábricas. Nadie se esperaba que se cerrara la fábrica de Fuenlabrada (Madrid). Las otras tres, Palma, Asturias y Alicante son fábricas pequeñas y podíamos ser los candidatos.
En febrero empezó el mes de huelga, cada semana nos fuimos movilizando, manifestándonos mientras se hacían las negociaciones; en Madrid estuvimos dos veces, aquí en Alicante en la Montañeta dos sábados y se hicieron manifestaciones grandes en Madrid enfrente de las cuatro torres donde está la Coca-Cola Iberian Partners (CCIP). Terminó el mes de negociaciones, Madrid continuó la huelga, y en Alicante la empresa planteó 15 días de período voluntario para acogerse a la propuesta de traslado. Fueron dos meses muy duros que acaban con el despido ilegal de todo el comité de empresa, pero su objetivo era meter miedo a la plantilla para que se acogieran a las condiciones de despido. En Alicante el 90% esperó hasta el último día para aceptar las condiciones, unos 40 se acogieron a bajas incentivadas, 50 al traslado y otro grupo de mayores de 55 a prejubilaciones cobrando un 80% del sueldo con las cotizaciones de la SS aseguradas.
¿Qué razones pensáis que están detrás del ERE?
No es porque vayan a entrar en pérdidas si no por que prevén menos beneficios. Nosotros hicimos la demanda de impugnación al ERE basándonos en que CCIP no ha hecho desaparecer las siete concesiones en las que se dividía el territorio español, porque aunque es la propietaria no es una mercantil laboral y no pueden hacer un ERE a otras empresas ajenas. Cada concesión es independiente y los ERE deben hacerse empresa por empresa. La inspección de trabajo ha emitido informes totalmente de acuerdo con esto. Hay precedentes como Roca en los que se impugnó el ERE por la misma razón.
¿Qué tipo de presiones ha hecho la empresa para imponer sus condiciones?
Conocemos personas que han sido presionadas para que haya un número mayor de voluntarios y así la empresa podía negociar con más fuerza ante los sindicatos. Hemos denunciado en la inspección de trabajo como durante el mes de huelga que tanto en Madrid como en Alicante estuvieron moviendo, que es ilegal despedir a los miembros de los comités de empresa… Además en la comisión negociadora de 13 miembros estaban representadas fábricas que no iban a cerrar con lo cual sembraron la división e hicieron que hubieran enfrentamientos. La amenaza sobre los trabajadores es que si no te acogías voluntariamente te despedían con 33 días por año cotizado y un máximo de 24 meses. «“Despidieron ilegalmente a todo el comité de empresa con el objetivo de meter miedo a la plantilla para que aceptaran las condiciones de despido”
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¿Cuáles son las razones para cerrar estas fábricas siendo Alicante y Palma zonas costeras y turísticas o Madrid con una población de más de 7 millones de habitantes?
La razón que alega la empresa es que Madrid se puede abastecer desde la costa, y aquí como en otras zonas costeras teníamos una producción muy estacional sobre todo en los meses de verano.
Todo esto viene de dos años atrás cuando los siete dueños de las concesionarias, familias aristocráticas bien relacionadas con el régimen franquista, deciden unirse y hacer un reparto de la acciones de manera que ya no son dueños de sus empresas si no que son accionistas de CCIP. Por ejemplo en Alicante y Valencia hace 16 años Javier Gómez Treno, el dueño de Colebega, fusionó estas dos fábricas y se quedó solamente Colebega valenciana y desapareció Cebega.
Sin embargo esta vez no han desaparecido estas siete empresas, que entre todas facturan 900 millones de euros de beneficio.
¿Qué esperáis de este juicio?
Están muy nerviosos. Todavía no está claro si la empresa ofrecerá algún acuerdo para evitar las repercusiones que pueda tener el juicio ante la opinión pública. Coca-Cola vende una imagen de armonía y felicidad en la vida, pero la realidad es la misma que cualquier otro monopolio americano, es capaz de todo con tal de aumentar sus beneficios con la explotación de sus trabajadores.