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El empleo entra en barrena: 3.581 puestos de trabajo se destruyen cada dí­a

Si como sostenía Thomas Carlyle, la economía es una ciencia lúgubre, sólo hay que echar un vistazo a la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2013 para comprobarlo. En un país azotado por el desempleo, el paro crece y crece. Hasta el extremo de que el número de desocupados alcanza ya una cifra histórica desconocida en un país desarrollado: 6.202.700 personas carecen de empleo. Y lo que es todavía más representativo, durante los primeros tres meses del año la economía destruyó nada menos que 322.300 puestos de trabajo. O lo que es lo mismo, el ritmo de destrucción de empleo es de 3.581 puestos al día.

Los datos del primer trimestre, en todo caso, no tienen que ver de forma determinante con razones de calendario. Según el servicio de estudios del BBVA, una vez corregida la estacionalidad propia del trimestre, “la ocupación se habría reducido en torno a 200.000 personas, 47.000 menos que en el trimestre anterior”.

Los datos son tan malos -ni siquiera ha influido de forma decisiva la Semana Santa– que dejan el número de ocupados en 16.634.700. Hay que irse hasta el segundo trimestre de 2002 para encontrar una cifra tan baja, lo que da idea de la dimensión de la crisis en el mercado de trabajo. La diferencia estriba respecto de aquel año en que los servicios públicos son sustancialmente mayores y la población a atender, igualmente, muy inferior, lo que explica la crisis fiscal del Estado.

Como consecuencia de ello, la tasa de paro escala hasta el 27,16%, de largo la más alta de las series históricas. Nunca España había tenido tanto desempleo, ni en términos relativos ni en términos absolutos. Y la tasa hubiera sido mucho mayor si no se estuviera produciendo un éxodo importante de trabajadores, tanto de extranjeros como de nacionales. De hecho, como revela la EPA, en el primer trimestre se destruyeron más de 322.000 empleos, pero el paro ‘sólo’ subió en 237.400 lo que quiere decir que la población activa está bajando. En concreto, un 1,07%.

Un par de datos ilustran el drama el desempleo, en este caso en relación con la edad. El 53,6%% de los jóvenes con edades comprendidas entre 20 y 24 años que buscan empleo, está en paro. Pero es que entre los que tienen 16 y 19 años y quieren trabajar (no son estudiantes) el desempleo sube hasta un escalofriante 75,85%.

El único dato positivo de la EPA es que el ritmo de destrucción de empleo ha caído algo (ha pasado del -4,78% al -4,58%), pero aun así todavía de forma irrelevante. Sólo hay que tener en cuenta que el primer trimestre de 2013 ha sido el tercero más malo desde que en 2008 se vino abajo el andamiaje económico de España. Incluso 2010 y 2011 se comportaron mejor que 2013. En los últimos doce meses se ha destruido una cifra de empleo alarmante: 798.500 puestos de trabajo.

¿Y qué sectores son los que destruyen empleo? Pues desgraciadamente no se salva ninguno. En el primer trimestre, los servicios pierden 170.500 ocupados; la industria, 66.800; la agricultura, 60.900 y la construcción, 24.200. Igualmente, el número de asalariados desciende en 312.800. Los que tienen contrato indefinido bajan en 118.400 y los que cuentan con contrato temporal en 194.400, lo que refleja que el ajuste se sigue haciendo fundamentalmente por la parte más precaria del empleo. La tasa de temporalidad se reduce nueve décimas, hasta el 22,12%.

Empleo público y privado

La destrucción de empleo tiene que ver con los ajustes del sector público. Pero no sólo eso. De hecho, y según Estadística, el empleo privadodesciende este trimestre en 251.000 personas, situándose en 13.788.900. Es decir, tres de cada tres puestos de trabajo destruidos son privados, mientras que el empleo en el sector público baja en 71.400 personas, hasta un total de 2.845.800.

El ritmo de destrucción de empleo en el sector público (-8,32%) es, en todo caso, muy superior al que se está registrando en el privado (-3,77%), pero en ambos casos se pone de manifiesto que el ajuste no ha concluido. Entre otras cosas porque el empleo es un indicador retrasado de actividad y hasta que la economía española no abandone la recesión (está cayendo en el entorno del 2% en términos anuales) no se volverán a crear puestos de trabajo. De hecho, el ritmo de aumento de desempleo (pese al fenómeno de la emigración) sigue siendo todavía extraordinariamente elevado: un 9,99%.

¿Qué quiere decir esto? Pues que desde comenzó la crisis la economía española se ha llevado por delante nada menos que 3,87 millones de puestos de trabajo, una cifra incluso superior a la población total de la ciudad de Madrid. Algo que explica que la tasa de actividad se haya desplomado hasta el 59,68%, diez puntos menos que en los momentos de expansión económica. Pero, además, con un agravante. Casi la mitad de los parados (2,9 millones) llevan más de un año en situación de desempleo. Son por lo tanto, parados de larga duración, con un increíble aumento del 22% en un año (…)

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