Linares: una comarca por la reindustrialización

Santana Motor, la lucha continúa

El Ayuntamiento de Linares aprobó en un pleno, por todos los grupos polí­ticos y su alcalde, el socialista, Juan Fernández, solicitar a la Junta la cesión al municipio de los activos de la antigua Santana, incluida la propiedad intelectual, que permitirí­a al consistorio asumir la reactivación del tejido industrial, aprovechando que las cadenas de montaje están intactas.

Los acuerdos de disolución de Santana se aprobaron en Asamblea, bajo el compromiso por parte de la Junta de Andalucía, de prejubilar al 60% de los trabajadores y la creación de la Oficina Linares Futuro, plan industrial que contemplaba recolocar a los mayores de 42 años en empresas de la zona y cursos de formación para los menores de 42 años y su colocación en empresas que se instalarían en el parque de proveedores.

Más de 2 años después los acuerdos no se han cumplido. La Junta  justifica su fracaso en la crisis,  pero conviene recordarle cómo en los años 50 se creó Metalúrgicas Santa Ana, mediante un concurso que ofreció una exención del 50% de impuestos  en 10 años a cambio de la producción de 1.000 máquinas agrícolas. Un modelo para activar industrialmente la zona, frente al que practica la Junta, permitiendo que cualquier multinacional reciba subvenciones y exenciones a cambio de no responder de nada y marcharse cuando ya han obtenido los beneficios deseados, liquidando el empleo de toda una comarca e hipotecando su futuro. «La reivindicación más demandada es la exigencia de reindustrialización de toda la comarca.»

Desde el cierre, la lucha de los santaneros es constante, manifestaciones, marchas a Sevilla, ocupaciones de las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo, cortes de carretera. Gracias a ello, el pasado octubre, la Junta tuvo que aprobar un decreto para el pago de las prejubilaciones, aunque la reivindicación más demandada es la exigencia de reindustrialización de toda la comarca, que en sus mejores momentos generó más de 5.000 empleo directos y otros tantos indirectos, exigida por la población y apoyada por las instituciones locales, como la Cámara de Comercio y la Asociación de Comerciantes e Industriales de Linares.

 

 


 

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