Reforma de la Constitución

Javier Toret (Democracia Real Ya – Barcelona)

www.democraciarealya.es

¿Cómo valoráis la Reforma de la Constitución?Con rechazo. El 15 de mayo sale una parte muy importante de la sociedad española a la calle. El sistema actual de representación política y de dictadura de los mercados que los políticos permiten, suponen un distanciamiento muy grande de la ciudadanía. La Reforma de la Constitución es la gota que colma la crisis de la representación, del sistema de partidos, y la poquísima capacidad de dialogar y construir una discusión pública con la ciudadanía por parte de los partidos políticos.Esta reforma viene impuesta por Merkel y el Banco Central Europeo, ¿es la falta de soberanía el problema principal y estructural?Totalmente. Hay falta de poder de decisión. El Estado español está supeditado a la Unión Europea y al Banco Central Europeo, que son órganos antidemocráticos que no son elegidos por nadie, y que tienen independencia a la hora de establecer cuáles son las políticas económicas con la lógica de los rescates bancarios, que han hecho crecer la deuda y el paro. Hay un problema, como dices, de falta de independencia de la clase política que está atada, y que se ha acostumbrado a aprobar cualquier cosa que los mercados digan que hay que recortar. Hay un problema de fondo de falta de democracia en la UE y en España.

«Lo que se ha constituciona- lizado con impunidad es la política de recortes de los pilares básicos del Estado del Bienestar»

Según la reforma cobrará antes un banquero alemán que un jubilado español. Pero ¿no sienta las bases para un período de mayores recortes?Exactamente. Lo que se ha constitucionalizado con impunidad, con todo lo sagrada que ha sido la Constitución, es la política de recortes de los pilares básicos del Estado del Bienestar, que ya están bastante bajos. Si hay que rescatar es a las personas, no a los intereses de los bancos que siguen haciendo grandes fortunas, condenando a la ciudadanía con menos recursos al desahucio y al empobrecimiento. Esta es la lógica que la clase política debería evitar, pero como están atados a las decisiones de los intereses financieros no se oponen a recortar más las necesidades de la gente en beneficio de la banca.En varios puntos habláis de la redistribución de la riqueza, que pague más quien más beneficios obtiene, bancos, monopolios y grandes fortunas, para redistribuir por abajo… Claramente. Tiene que haber una reforma fiscal que grave las rentas del capital y las grandes fortunas, y que haya una distribución de la riqueza distinta. Riqueza hay, el problema es que ese dinero va a los beneficios de bancos y grandes empresas, pero no a las ayudas para la mayoría. Si hay que recortar en período de crisis, hay que hacerlo a los que acaparan la mayoría de recursos, y que vive por encima de cualquier lógica. A nosotros se nos dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, pero nos hemos hinchado a trabajar y a buscarnos la vida como mejor hemos podido. Y ahora que hay crisis recortan a los que menos tienen. Hay un empobrecimiento peligroso de la población que nos va a llevar a lo que está viviendo Grecia, a la suspensión de pagos o a situaciones desesperadas para la gente.

«El ciclo austeridad-deuda-recortes no nos va a llevar al incremento de la deuda»

Desde nuestras publicaciones hemos seguido especialmente las políticas de los países que están verdaderamente creciendo, y todos se basan en la soberanía nacional y la elevación del nivel de vida de la población para incentivar el mercado interno… Si miras países como Brasil que están creciendo, la extensión de derechos y la inversión pública aumenta la capacidad de la gente de producir, de gastar y de extender el bienestar. El caso brasileño es muy significativo. Hay muchas desigualdades pero han puesto en marcha políticas como la Bolsa Familia, que es una política redistributiva que afecta a más de 20 millones de personas. La gente que no tenía nada a tenido una renta básica para salir de la pobreza, incorporarse a dinámicas de trabajo no esclavista, montar cooperativas… lo que ha generado un volumen de actividad social. No es la lógica de recortar recursos de la gente para que haya crecimiento, sino invertir más en la gente, en la investigación, en la formación de mano de obra cualificada… sino se invierte más en el sector productivo no se puede hacer que la gente produzca y consuma más. El ciclo austeridad-deuda-recortes no nos va a llevar a ningún crecimiento económico, más bien lo contrario, al incremento de la deuda, como estamos viendo con Grecia, Irlanda, Portugal o España. Además de una tensión social en aumento y una crisis de los partidos que pierden toda credibilidad ante la población. O se gira hacia las políticas de rescate ciudadano o el horizonte pinta muy mal.¿No deberíamos aprender de que la división es nuestra principal debilidad, y la unidad nuestra fortaleza?De alguna manera Democracia Real Ya intenta hacer esto, marcando su autonomía, siendo apartidistas y asindicales, que no antipartidistas y antisindicales. Una independencia que permitiera salir de bloqueo político en el que estábamos que impedía que hubiera más actores en el terreno de juego social. Es importante ir a por objetivos concretos, por eso estamos trabajando en este rescate ciudadanos, cinco puntos, cinco objetivos conquistables, gobierne quien gobierne. Hay una constante, y es que mientras los recortes se han aprobado con la mayoría del Parlamento, han obtenido el rechazo del 90% de la sociedad, según todas las encuestas… ¿No crees que hay que caminar hacia la construcción de un amplio frente común?Hombre, no hay ninguna propuesta sobre la mesa. Estamos abiertos mientras se respete la autonomía y haya propuestas interesantes. Queremos ser un actor que proponga eso a otros grupos, pero no tenemos ninguna propuesta de nadie en torno a un frente amplio. Si hubiera algo así habría que discutirlo y pensarlo. Nosotros nunca seremos un partido político, porque nacimos así y pensamos que el sistema de representación está en crisis. Creemos que esto nos da mayor capacidad de actuación, como ha pasado en Islandia con el referéndum o la campaña que vamos a lanzar que se llama Democracia 4.0, que propone el voto electrónico directo en el Parlamento sin pasar por los representantes. Estamos incidiendo en abrir la idea de participación y de control democrático sobre los poderes. Queremos ser un actor transversal en la dinámica de movimientos sociales. Los sindicatos mayoritarios han tenido una posición más cercana al poder, y por eso la gente los ha colocado como parte del problema. Si cambian de actitud a lo mejor cambian las cosas.

«Lo que intentamos es innovar las formas de acción política colectiva, de movilización pública y ciudadana.»

Pero es una necesidad objetiva, la alternativa pasa por unir a la mayoría de ciudadanos, y de organizaciones, independientemente de su color político, en torno a puntos básicos, en los que luego se ve que hay unidad implícita.No lo sé. Yo confío mucho en la dinámica vírica u global de este movimiento. El 15 de Octubre es una fecha muy importante para ver si lo que ha prendido aquí prende en muchos países europeos al mismo tiempo, y ver si de verdad podemos refundar la Unión Europea. Hay que pensar en un hipotético movimiento transformador europeo que cambie las reglas del juego, y reinvente sus instituciones. Veo un frente amplio, pero europeo. Pero la contradicción es la misma: unidad o divisiónSi no hubiéramos cogido el camino de la convocatoria amplia el 15 de mayo, con propuestas de sentido común y limitando a los partidos y a los sindicatos, no hubiéramos llegado hasta aquí. Si la unidad es sumar nuestras debilidades, el mínimo común de lo débil, no interesa. Lo que intentamos es innovar las formas de acción política colectiva, de movilización pública y ciudadana. Pueden haber movilizaciones en Educación o Sanidad y las vamos a apoyar. Ya lo hacemos. Ahora, parte de la izquierda a tomado la actitud de “está muy bien lo que habéis hecho, chicos, pero hay que volver a lo que hacíamos antes”, y lo que hacíamos antes no funcionaba. El sindicalismo ha actuado como colaboracionista, y ahora hay que renovar las formas, no tirar de la nostalgia de “las coordinadoras”, porque eso no funciona. Hemos cambiado la gramática de la acción colectiva y hay que pensar de ahí para delante, no pensar en viejas fórmulas para solucionar nuevos problemas. Este movimiento no se sitúa en las viejas dinámicas de representación. Hay que insistir en la capacidad de la inteligencia colectiva anónima y pública, en atravesar los medios de comunicación, en conectar la red con la calle, tener un uso estratégico de los espacios públicos, en contagiar a través de los medios a mucha gente de fuera, en motivar con energía y un discurso fresco… si el camino es ese nos encanta. Si es hacer lo de siempre no. Totalmente, pero fíjate lo que pasa en Chile. El movimiento estudiantil ha creado una coyuntura en la que el mayor sindicato del país ha convocado con éxito la mayor huelga de la historia de Chile y se ha sumado a las movilizaciones con muchos otros sectores sociales y organizaciones.Hay un estudio muy interesante sobre el movimiento social en Túnez sobre las nuevas formas de convocatoria a través de la red. Hay una mezcla social en la red que luego se refrenda en las sedes sindicales. La innovación tiene que servir para que los sectores existentes, de alguna manera, se modifiquen dentro de esta dinámica, generando elementos nuevos. Si sorprendes al poder te clasifica, te controla y te limita. En ese proceso de investigación estamos: aprender a construir una organización estable de miles de personas conectadas desde muchos sitios diferentes, no solo a través de asambleas, que también. Miles de personas que participan diariamente desde los cuatro puntos cardinales. En facebook tenemos 420 mil seguidores, en twitter casi 100 mil, en tuenti multiplicamos por nueve los que tienen PP y PSOE… esa es una de nuestras capacidades, la de producir información y mensajes en torno a un público muy amplio, sin pasar por el mainstream. Esa es la nueva escuela social de transformación que está siendo el movimiento.

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