Denuncias sanitarias

David contra Golliat. Un enfermo y sus viejos padres contra la justicia

Un primer fallo sobre este caso afirmaba que el anestesista retiró precipitadamente los tubos de oxí­geno y le imponí­a una indemnización a la familia.

Una rinolastia (cirugía para reparar o mejorar la nariz) fallida le causó un coma a Antonio, estudiante de Derecho de 21 años, ahora hace 20 años. El chico decidió operarse por razones estéticas que le hacían estar acomplejado. Juana, su madre, lleva ahora una semana durmiendo en el pleno centro de Madrid, con Antonio. Resulta que si bien, en un primer momento, el Juzgado de Instrucción nº19 de Madrid condenó en 1993 al anestesista de la operación por una falta de negligencia o imprudencia, con una indemnización de 1,05 millones de euros (175 millones de pesetas), tras varios recursos, los jueces acabaron quitándole la razón a la mujer y ahora tiene que pagar más de 400.000 euros en costas. La primera sentencia afirmaba que el anestesista "procedió a la ‘extubación’ precipitándose en el tiempo", lo que provocó que quedase en estado de coma vigil irreversible al tragarse un vómito y quedarse sin oxígeno para respirar, afectándole al cerebro. El anestesista fue absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid sin repetir el juicio. Para exigir un juicio oral Juana acudió al Tribunal Constitucional, que confirmó que la Audiencia podía valorar las pruebas sin necesidad de un nuevo juicio oral, y al Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, que no respondió. Por ello, además de la acampada, la familia está recogiendo firmas para que el Estado pida cuentas al Comité de Derechos Humanos por la "pantomima". El presidente de la Fundación JUREI (Justicia Responsable e Independiente), Luis Bertelli, que les está asesorando en la actualidad, aseguró que han sido tratados "como un mero objeto". En el camino de recurrir y perder, Juana ha perdido un negocio de frutería y se expone a perder la panadería d: la familia y su casa si se hace efectivo el embargo. Por su parte, fuentes del Ministerio de Justicia argumentaron que no puede hacer nada, porque se trata de una cuestión y competencia de los Tribunales, y no pueden cambiar ninguna resolución judicial. Juana culpa a los jueces que cumplieron el "papel de villanos" y avisó de que seguirá frente a la sede del Ministerio de Justicia en tanto no le den una solución.

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